Trucos para hacer el delineado del ojo si ya tienes arrugas o el párpado algo caído

Tres formas de hacer el eyeliner para mujeres maduras que tienen signos de envejecimiento como arrugas o párpados caídos

Sabemos que el delineado o eyeliner es uno de los pasos más complicados del maquillaje. Conseguir que quede simétrico, con el mismo grosor, con la misma curva, etc. Si ya es difícil para cualquier mujer, añadir las arruguitas en el párpado que suelen llegar a diferentes edades para cada una nos lo pone mucho peor.

Hay algo que todas tenemos claro y es que sin el eyeliner no tenemos un make-up completo y favorecedor. Marca nuestra mirada y se potencia aún más cuando rematamos con la máscara de pestañas.

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Además de las arrugas propias del envejecimiento, es posible que debido a nuestra genética, la forma de nuestro ojo tenga una tendencia descendente, haciendo que nuestros ojos parezcan tristes y sin vida. Son ese tipo de ojos en los que el pliegue del párpado marca una línea descendente que finaliza a la altura del rabillo del ojo, complicando mucho el buen acabado de un ojo de gato.

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En estos casos, realizar un «eyeliner» corriente es un error, ya que solo conseguiremos un acabado artificial y poco favorecedor. En su lugar, conviene que adaptemos el delineado a las características de nuestros ojos, adoptando la técnica que más nos favorece. Es decir: ojo de gato sí, pero solo si nos favorece y sabemos cómo realizarlo.

Aquí repasamos tres alternativas perfectas para ojos caídos o con arrugas, que cambiarán por completo el resultado del maquillaje.

Delineado invisible

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Se trata de un delineado sutil pero muy efectivo que, aunque a simple vista no se percibe como tal, permite definir y enmarcar la mirada de manera muy favorecedora. Es ideal para ojos encapotados en los que el rabillo del ojo queda cubierto al abrir el párpado, así como para ojos con arrugas en esta zona que dificulten la realización de un «eyeliner» tradicional. Y es que con el delineado «tightlining» o invisible solo tenemos que maquillar la línea de agua del párpado superior, es decir, por dentro, de manera que marcamos la línea de las pestañas sin tener que lidiar con las arruguitas del párpado.

Podemos usar este tipo de delineado de manera individual, en el día a día, o en combinación con otros, para las ocasiones más señaladas. Porque el delineado «tightlining» conseguirá profundizar en la mirada de un modo imperceptible y limpio, por lo que podemos lucirlo sin temor a que el resultado se arruine con el paso de las horas y haga más evidente la edad de nuestros ojos.

Para delinear el párpado superior por dentro debemos recurrir a un lápiz de ojos e ir repasando la línea de agua procurando acercarnos al máximo a la línea de las pestañas. Así conseguiremos ese efecto «eyeliner» sin necesidad de maquillar sobre el párpado. Conviene practicar hasta acostumbrarse, ya que las primeras veces es normal que el ojo reaccione lagrimeando y que nos cueste completar el delineado.

Para completar el «tightlining», lo mejor es aplicar una buena máscara de pestañas que nos permita definirlas, abrirlas y darles forma.

Difuminado

Otra forma de delinear sin recurrir al «eyeliner» clásico y bien definido consiste en difuminar el trazo. Es una técnica ideal para párpados que presentan arrugas que impiden que el delineado preciso y definido quede favorecedor. Para ello, podemos delinear con un lápiz de ojos y repasar después con un bastoncillo de algodón o una brocha pequeña para difuminar (de esponja, por ejemplo).

Lo que conseguimos con este sencillo truco es difuminar el delineado para que las arrugas no resulten demasiado evidentes, consiguiendo definir el ojo y embellecerlo. Y es que el efecto final es muy similar al de un «eyeliner» definido, pero adaptado a las características propias de las pieles maduras.

Otra forma de realizar un delineado difuminado es con sombra de ojos. Podemos usar una en un tono oscuro (negro, gris o marrón topo, por ejemplo) y aplicarla siguiendo la línea de las pestañas, de manera que quedará difuminada, pero dará al ojo la intensidad que buscamos. Para conseguir que la sombra de ojos no se mueva y evitar manchas podemos aplicarla mezclándola con prebase de ojos. O, simplemente, aplicar la prebase sobre el párpado como paso previo al delineado para fijar bien el acabado (como en el vídeo anterior).

Punta de flecha

Se trata de una técnica pensada para los ojos caídos o encapotados, pero no arrugados. Requiere más práctica que el resto de opciones, pero, una vez que la dominemos, comprobaremos que resulta de lo más favorecedora. Consiste en realizar un delineado en el que el rabillo permita salvar el pliegue del ojo caído, consiguiendo que el acabado sea favorecedor tanto con el ojo abierto como cerrado.

Consiste en realizar un delineado con lápiz, rotulador o pincel en el que primero dibujamos el rabillo con el ojo abierto (y el párpado naturalmente caído), para completarlo después estirando el área o cerrando el ojo. La forma resultante ha de ser similar a la de una punta de flecha, aunque dependerá de la forma del ojo y lo caído que esté el párpado. Se comienza partiendo desde la mitad del ojo, y engrosando ligeramente el trazo de manera progresiva sin dejar de ajustarlo a la línea de las pestañas.

El rabillo debemos trazarlo siguiendo la progresión de la línea de pestañas inferiores, pero inclinando un poco más el trazo para conseguir «levantar» el ojo caído visiblemente.