Errores que cometemos con nuestras uñas

La lima que eliges y cómo la utilizas, no descansar entre manicuras, cortar por lo sano cuando una se rompe y otros errores que no sabes que están afectando a la salud de tus uñas

Tus uñas hablan de ti misma como lo hace tu pelo, tu ropa o tu maquillaje. El color que eliges llevar o si no lo llevas y hasta su longitud. Y si no, que se lo digan a Rosalía. Sus impresionantes uñas (verdaderas obras de arte) se han convertido en un elemento muy importante de su estudiada y copiada estética.

Las lleves largas o cortas, seguro que te preocupa saber si estás haciendo lo correcto cuando usas el esmalte, la lima o tocas tus cutículas. Cometemos muchos errores sin saberlo y todo suma para que un buen aspecto y la salud de tus uñas.

  • Si se rompe, no hay que cortar por lo sano. Lo más recomendable es limarlo porque de lo contrario la uña acaba más débil, expuesta a desquebrajarse e incluso a poder romperse de nuevo. Si lo que tienes es una grieta lateral y tienes un evento especial en el que quieres lucir uñas perfectas… No te preocupes, antes de limar hay un truco que de forma temporal podrá salvarte. Coge una bolsita de té y haz un pequeño recorte. Usa el cuadradito para hacer una especie de tirita para tu uña, pégala con varias capas de tu base de esmalte transparente. Asegúrate de llegar bien hasta el extremo para que no se vuelva a abrir. Después aplica el esmalte y el top coat. No se notará y podrás tener unas horas (si lo cuidas, incluso días) extra de uñas largas y perfectas.
  • ¿Estás limando bien tus uñas? Recuerda que debes hacerlo siempre con movimientos en una única dirección para evitar que se astillen. Esa imagen (y admite que también tu forma habitual de hacerlo) limando hacia uno y otro lado debes desterrarla para siempre. Pasa la lima con firmeza, pero suavemente. Elige hacerlo de izquierda a derecha o al revés y mantén siempre la misma dirección para que tu uña no se debilite.
  • No sirve cualquier lima para cualquier uña. Los expertos de Nailistas explican que según el grosor se clasifican las limas por números. En resumen, una uña débil, se deberá emplear un lima de grano fino, de 250 para arriba, mientras que una uña sana necesitará una lima de grano 150. Las de 80, 100 y 120 son las limas de granos más gruesos y no son recomendables para uña natural. Normalmente se usan para limar uñas de gel o acrílicas. Las limas de 150 son de un grano medio, se pueden usar para rebajar la uña si está muy larga (en lugar de usar cortaúñas o tijeras). Las limas de grosor 180 tienen un grano ideal para las uñas naturales y suelen ser las de uso más común, las de 240 se utilizan para dar un acabado final y pulir uñas naturales. Y por último, las limas entre los 400 y 1200 poseen los granos más finos y suele usarse para pulir y dar brillo a la uña. Del mismo modo encontrarás limas de cartón, de cristal y tacos pulidores.
  • Comenzar un nuevo esmaltado sin haber eliminado totalmente el anterior. Y también no usar quitaesmaltes con agentes hidratantes, eso añadirá un extra de cuidado a la piel de los dedos y las uñas.
  • Cortar las cutículas. Lo ideal es aplicar un exfoliante de cutículas y sumergir las uñas en un recipiente con agua templada para que las cutículas se reblandezcan y poder empujarlas hacia atrás fácilmente. Lo ideal: un repujador metálico o un palito de naranjo.

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  • No hidratar las cutículas. Por ejemplo, utiliza el aceite de cutículas de Mia París. Cuenta con una combinación de aceites de rosas, ciruela, aguacate, almendras dulces, baobab, jojoba y girasol con pétalos infusionados de caléndula para hidratar y nutrir en profundidad las cutículas.
  • No usar base, aplicar directamente el esmalte. Lo ideal es que en la prebase que usemos tengamos en cuenta las necesidades de nuestras uñas (endurecer, reforzar, nutrir…). Además aumentan la duración del esmalte y rellenan las imperfecciones de la uña antes de aplicar el esmalte con color.
  • No descansar entre manicuras. Lo ideal, según los expertos es dejar una semana de descanso tras seis o siete esmaltados tradicionales y cada tres o cuatro semipermanentes. Aprovecha ese tiempo para usar bases enriquecedoras o de tratamiento para mejorar la salud de tus uñas.
  • Arrancarte sola el esmalte semipermanente. Acude siempre a tu centro de estética para retirar la manicura semipermanente, de lo contrario puedes dañar gravemente tu uña.
  • No usar guantes para lavar platos, limpiar el hogar y tratar con productos como detergentes, lejías, etc.

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