Probablemente hayas sabido alguna vez de esos estudios que analizan la presencia de bacterias en los utensilios que utilizamos en la vida cotidiana, por ejemplo en la cocina. Esos que señalan a una simple bayeta o al propio teléfono móvil como focos de microorganismos indeseables. Pues ahora le ha llegado el turno a tu tocador. Y no tenemos buenas noticias…
Hablamos de un estudio de la Universidad de Aston (Birmingham, Reino Unido) publicado en el Journal of Applied Microbiology que concluye que nueve de cada diez productos y herramientas de belleza de uso común están contaminados con superbacterias «potencialmente mortales». Bacterias como la E. coli y Staphylococcus aureus, que «representan un riesgo potencial para la salud».
Un foco de superbacterias en tu tocador
En concreto, se refiere a productos y accesorios abiertos y en uso como pueden ser un pintalabios, una máscara de pestañas o una brocha de maquillaje. Pero, ¿adivinarías cuál es el producto potencialmente más contaminado de tu tocador? Según el estudio es la esponja de maquillaje que utilizamos para aplicar productos como la base o el corrector y probablemente ya intuyas por qué es la más contaminada.
Como sabrás, es necesario humedecer con agua este tipo de esponjas para aplicar correctamente el maquillaje. Pero precisamente el hecho de que queden húmedas tras su uso las hace más vulnerables a la presencia de microogarnismos como el E. coli. Este factor, sumado al hecho de que la mayoría de las personas que participaron en el estudio (un 93%) admitieron que nunca habían lavado sus esponjas explica tan desagradable hallazgo. Asimismo, también influye el hecho de que en muchas ocasiones caigan al suelo.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de que utilices esponjas de maquillaje contaminadas sobre tu rostro? Desde infecciones en los ojos y en la sangre, pasando por todo tipo de brotes cutáneos y reacciones. Aunque el mayor problema, por supuesto, lo presentan las personas con el sistema inmune comprometido,
Cosméticos caducados
Adicionalmente, el estudio también revela que otro de los grandes problemas relacionados con la higiene y la seguridad de los productos de maquillaje es su uso más allá de la fecha de caducidad. Por ello, los investigadores reclaman a fabricantes y organismos reguladores que hagan énfasis tanto en las fechas de vencimiento como en los requisitos de limpieza de sus productos, para evitar así que se ponga en riesgo la salud de los usuarios.
«Las malas prácticas de higiene de los consumidores cuando se trata de usar maquillaje, especialmente las esponjas mezcladoras, son muy preocupantes teniendo en cuenta que encontramos bacterias como E. coli, que está relacionada con contaminación fecal», señala el Dr. Amreen Bashir, uno de los investigadores que ha dirigido el estudio.
Cómo prevenir y desinfectar maquillaje
¿Qué puedes hacer tú para evitar que proliferen este tipo de bacterias peligrosas en tu tocador? Obviamente, la limpieza constante será el mejor método de prevención. En el caso de las esponjas de maquillaje, lo mejor es la limpieza directa y secado después de cada uso. Puede ser a mano, con agua y jabón o en la lavadora (la mayoría de las esponjas aguantan ciclos suaves). La idea es que cuando vuelvas a usar la esponja esté limpia y totalmente seca.
Y, como ya habrás visto, eliminar la humedad es importante para evitar el cultivo de bacterias. Para eso puedes recurrir a una fuente de calor que acelere el proceso: el sol, un secador, una estufa (evitando siempre el contacto directo).
Además de las esponjas, las brochas de maquillaje necesitan ser higienizadas frecuentemente, a ser posible, tras cada uso. Es importante igualmente que no permanezcan húmedas para evitar la proliferación de bacterias. Limpiarlas es sencillo y no debería llevarte mucho tiempo. Además, hoy en día existen infinidad de herramientas para hacerlo, con lo que no tienes excusa.
En cuanto a los labiales, la mejor prevención es no compartirlos con otras personas para evitar el contagio de infecciones. Si aún así queremos desinfectarlas para higienizar después de algún brote en los labios, por ejemplo, podemos hacerlo con alcohol, como se muestra en este vídeo:
A la hora de desinfectar máscaras de pestañas (otro de los cosméticos que no conviene compartir), basta con sumergir el «goupillon» en agua y alcohol generosamente hasta limpiarlo por completo.