Las librerías no mueren del todo en Sevilla

Nuestra blogger visita las nuevas librerías que han nacido en Los Remedios a raíz del cierre de la de la cadena Beta

Cuando un comercio tradicional sevillano cierra me echo a temblar. Más aún cuando se trata de una librería o, lo que es peor, una cadena de ellas. Con locales generalmente grandes (este negocio requiere de metros para almacenar volúmenes) parece que la única salida en esta ciudad que cada vez vive más del turismo es montar un bar o un restaurante. Así que cuando vi que bajaba definitivamente la persiana la librería Beta de República Argentina pensé que ocuparía pronto su lugar un bar de copas o de tapas (sobre todo teniendo en cuanta que ya no caben más clínicas, bancos, ni inmobiliarias en esta calle). Pero me equivoqué.

Os presento a los culpables: Maru, Rafael y Miguel Ángel, sevillanos los dos primeros y roteño el último. Antiguos empleados de la cadena de librerías andaluza, deciden unir sus fuerzas y abrir dos establecimientos en el barrio de Los Remedios: La Botica de los Lectores. El nombre, me cuenta Miguel Ángel, surge porque tenían un cliente habitual que en lugar de librería le llamaba «tienda de lectores», dando así el protagonismo al lector más que al libro, porque ¿qué son los libros si nadie los lee? Boutique, botica… igual que el boticario receta para el cuerpo, ellos recetan para el alma. Casualidades de la vida, después de haber elegido el nombre en una tarde los tres sentados frente a un café, descubren en las redes un artículo publicado por Elvira Lindo hace un par de años y que han convertido en su manifiesto (lo tienen enmarcado en la trastienda):

«- La librera de raza, el librero fetén son seres que leen por vicio pero también por el prurito de hacerse imprescindibles en la vida de sus clientes. El librero puede llegar a ser tan importante en nuestra vida como el boticario.
-Lo que sí suele leer el buen librero es el estado de ánimo del cliente, ya digo, como el boticario, así que le prescribirá un libro que mejore su mal.»

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Las dos tiendas se abren con un mes de diferencia, sumándose en la zona de Los Remedios a la librería Palas (que lleva más de 30 años al final de la calle Asunción). Rafael tenía experiencia en abrir -y desgraciadamente cerrar- nuevos comercios y así los tres, con más ilusión que medios, hacen personalmente la adaptación de los locales en un tiempo récord, antes de que la gente del barrio se acostumbre a no tener librerías cerca. El de República Argentina apenas necesitó obra, pero el de Asunción era la Ortopedia Queraltó -que se traslada a un lugar más accesible con coche-; en la zona donde tenían la consulta ellos han reservado un espacio con capacidad para 20 o 25 sillas, para realizar actividades: cuentacuentos (también en inglés, en colaboración con una academia del barrio), presentaciones de libros, firmas de autores, club de lectura, etc. La intención –además de vender- es ser un punto de referencia cultural y asegurar que la compra del libro sea una experiencia. La zona de literatura infantil y juvenil ocupa un gran espacio, pues son un porcentaje muy elevado de sus clientes, gracias –me cuenta Rafael- a las políticas de fomento de lectura infantil y a la calidad de la literatura que se está haciendo para ellos. El niño que lee se convierte en un adulto lector.

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Entre los montones de libros, en el escaparate, en una mesita en una esquina, repartidas por toda la tienda encontramos máquinas de escribir antiguas (algunas del 29, varias de los 60). Maru anima a los niños –que las miran extrañados- a escribir en ellas y se ríe cuando le preguntan «¿cómo se borra?» – «No se puede, es un ordenador con impresora incorporada», les contesta entre risas.

En noviembre crearon la red de librerías Con-Sentido entre los antiguos empleados de Beta que se han embarcado en la aventura de cubrir el vacío dejado por su antigua empresa, con la idea de ayudarse entre ellos, compartir experiencias y centralizar las compras. En Huelva el Martes Santo abrió la librería Dorian, en Jerez a final de mayo A la Vera, en Campo de Gibraltar, también en plena Semana Santa, Bahía de Letras y en Córdoba, la última en sumarse, abrirá Jara en unos días.
Comparten algunas premisas, como la editorial del mes (en mayo es Uranito, infantil), el autor del mes (Elena Ferrante), el libro con-sentido (El Mejor de los Pecados, de Mario Benedeti), siempre una edición cuidada. Menos el libro recetado, que es muy personal de cada librero: «Un nido de Vívoras» de A. Camillieri; «Wonder», de RJ..Palacio y «Lagarto Negro» de Ranpo Edogawa.

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Durante la Feria del libro que tiene lugar del 18 al 28 de mayo en la Plaza Nueva, estarán en el stand número 13 y tienen preparados más de 50 actos en su caseta. Han querido potenciar los autores sevillanos -que tengan un escaparate en la feria de su ciudad- y los libros de autoedición, a diario habrá cuatro autores firmando por las tardes. Pasarán, entre otros muchos, Luz Gabás, Fernando Delgado, Antonio Puente, Julio Muñoz, Margarita del Mazo, etc.

Espero a que escampe esta lluvia propia del mes de mayo antes de volver a casa, contenta, tranquila porque seguiré teniendo donde ir cuando me aburra –puede que eso pase algún día-, entreteniéndome entre volúmenes…aunque con un café y una butaquita ya sería el paraíso. ¡Venga Maru!

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