Las novias de invierno están de moda. La primavera y el verano han dejado de ser las estaciones ideales para darse el «sí, quiero» y el buen tiempo ha dejado de ser un imprescindible para celebrar una boda. Por eso, cada vez más, hablamos de estilismos para novias de otoño/invierno que siempre incorporan un plus al ya de por sí esperado «look» nupcial.
Y es que los vestidos de novia de invierno incluyen piezas que pueden convertirse en protagonistas del «look» de la novia, al contrario de lo que ocurre en las bodas de primavera y verano, donde el vestido es el centro incuestionable. Es el caso de los abrigos para novia y otras prendas de abrigo pensadas para complementar el «look» de aquellas que se casan en un día frío, pero no quieren perder ni un ápice de «glamour».
Sin duda, las que se casan en invierno son novias de cuento, como sacadas de una historia de princesas, en parte, gracias a esas piezas de abrigo de ensueño que suponen el golpe de efecto definitivo a su estilismo.
Abrigos para novia

Al pensar en abrigos para novia, no podemos dejar de recordar el estilismo con el que sorprendió el día de su boda la «influencer» María Pombo: un diseño de Yolancris con cola, manga larga de campana y transparencias a base de bordados y pedrería, con el que marcó el punto de inflexión. De hecho, el plato fuerte de su estilismo nupcial era ese abrigo, que cobró protagonismo por encima del sencillo vestido que lució.
Y es que la clave de cualquier abrigo de novia es que mantenga ese equilibrio entre lo funcional y lo estético: es decir, que cumpla su función de abrigar a la novia, para que esta pueda disfrutar con comodidad de su gran día. Pero también, que consiga transmitir su estilo, permitiendo adivinar la estética del vestido que la novia lucirá cuando se descubra.
Así, es esencial que el abrigo y el vestido «dialoguen» entre sí o se complementen, a través de un estilo común que se enriquezca en ambos sentidos. Algunas veces esto se consigue con abrigos que dejen entrever el vestido de la novia para dar una idea del «look» elegido.
Incluso podemos pensar en abrigos que dejen ver una espalda escotada, para que en ningún momento de la boda se pierda la esencia del vestido de la novia.
Un abrigo como este de Alicia Rueda, además, permite a la novia liberarse de la manga larga y la cola cuando lo desee para lucir su vestido en todo su esplendor. Por ejemplo, en los momentos de la celebración que transcurran en los espacios resguardados.
Para las novias más innovadoras, resultan interesantes propuestas como la de Roberto Diz y su abrigo/vestido cruzado con solapas y hombreras. Sin duda, una propuesta ideal para las que se casan en los meses fríos y busquen algo alejado de lo tradicional.
Otra posibilidad son los vestidos bordados con motivos en color que aportan un aire original y diferente al estilismo nupcial. Son perfectos para bodas que se celebran en épocas o lugares fríos en los que la novia apenas va a poder prescindir del abrigo. Aunque también, son ideales para quienes busquen cambiar de «look» de cara a la celebración, ya que permitirán crear la impresión de un «segundo» vestido.
Novias con capa
La alternativa al abrigo para las novias de invierno es la capa, una prenda que se integra a la perfección en esa imagen un tanto bucólica de la novia de invierno. Son prendas que otorgan solemnidad al conjunto y que dan mucho juego a la hora de jugar con diferentes estilos.
Además, son más ligeras que los abrigos y permiten vislumbrar el vestido casi al completo por la parte delantera. Por esta razón, se trata de una opción más llevadera para muchas novias que prefieren una prenda de abrigo que acompañe su estilismo y no lo oculte.
Las opciones más clásicas pasan por diseños con cola y remates similares a los de los abrigos, como los de los cuellos o la espalda.
También hay versiones ligeras, con tejidos como el tul y detalles románticos como el lazo, que cobran gran protagonismo en el «look» de la novia.
Las que busquen añadir un toque de color a su estilismo, pueden optar por capas en tonos pastel.
O, para las más atrevidas, colores más invernales, pero de plena tendencia como el burdeos o el mostaza.
Y es que las capas de novia son la opción ideal para quienes quieren evitar pasar frío, sin tener que renunciar completamente a lucir su vestido en cualquier momento.
Otras opciones de abrigo para novia
Otra alternativa para abrigar a la novia es la chaqueta que, si bien cobra menos protagonismo que piezas de mayor volumen como la capa o el abrigo, puede elevar el «look» nupcial a un nivel superior. Sobre todo si hablamos de diseños originales, como esta torera de corte asimétrico con cierre trasero y pedrería.
Es un tipo de prenda que se integra a la perfección en el vestido y que se puede retirar en cualquier momento para sorprender con unos tirantes o un escote palabra de honor, por ejemplo.
Los vestidos de novia más románticos consiguen efectos sorprendentes al ser combinados con chaquetas de corte urbano por el contraste de registros.
Algunas novias optan por el encanto de las estolas que permiten cubrir los hombros para adecuar el «look», por ejemplo, a las ceremonias religiosas y, de paso, proporcionar abrigo.
Por último, una opción clásica entre las novias invernales es la versión mini del abrigo: el bolero. Son esas chaquetas que apenas cubren los hombros, los brazos y parte de la espalda para abrigar a la protagonista sin restar visibilidad al vestido. Tradicionalmente son de pelo, aunque las versiones más actualizadas de este complemento nupcial pasan por materiales especiales como las plumas.