Cristo Báñez: «En “Quiero ser” mi objetivo es que respeten la moda»

El diseñador almonteño es profesor del nuevo programa de Divinity donde seis jóvenes quieren ser «influencers»

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Cristo Báñez acompañado por Dulceida, Madame de Rosa y Sara Carbonero en su nuevo programa

Bulevar Sur no ha querido dejar pasar la oportunidad de entrevistar al diseñador y estilista Cristo Báñez. Este almonteño, conocido de sobra en Andalucía por su faceta en la moda flamenca, es uno de los profesores de «Quiero ser», el nuevo programa de moda presentado por Sara Carbonero que la pasada semana estrenó Telecinco. Ahora se puede ver de lunes a jueves a las 21 horas en Divinity, este cambio puede ayudar a este nuevo formato a encontrarse con el público al que realmente se dirige y asentarse en la parrilla tras un estreno flojo en audiencias y donde no faltaron las críticas en las redes sociales.

No es la primera vez de Cristo Báñez en televisión ni mucho menos, su rostro y su desparpajo ya son conocidos y en su currículum en la pequeña pantalla vemos colaboraciones en programas de Antena 3, Castilla La Mancha, Divinity (fue uno de los críticos de celebrities en la Asamblea Fashion de «Cazamariposas»), Telecinco y un programa en Cuatro («Family Rock») y otro en Telemadrid. Siempre relacionado con la moda y el estilismo. Hablamos con él en un hueco entre las grabaciones de «Quiero Ser» -que le están llevando por puntos de todo el país-, en este momento en una zona de campo de Ávila y temiendo por la cobertura.

¿Qué es lo primero que pensaste cuando te presentaron el proyecto de «Quiero ser», un programa para buscar y ayudar a jóvenes que quieren ser referentes de la moda en las redes sociales?

Me pareció muy interesante, es mostrar al público una parte del mundo de la moda actual que no se conoce. Tengo a mi lado a Dulceida como «influencer» de las redes sociales y a Madame de Rosa que es una blogger estupenda y yo que soy del trabajo de campo. No soy alguien que acaba de aparecer y se hace fotos, vengo de abajo, soy diseñador, patronista, tengo línea de ropa… He empezado cosiendo en el taller.

¿Cómo habéis encajado las críticas del estreno?

Me lo he tomado bien. Los concursantes deben aprender también que los que estamos de cara al público tenemos que saber respetar las críticas. No hay que considerarse una estrella, pienso que estoy al servicio de la gente y por eso respeto lo que digan siempre que sean constructivos. En Internet, en este caso, con pseudónimos y desde casa es muy fácil insultar, pero las criticas dentro del respeto y la coherencia hay utilizarlas para aprender. Es más fácil decir lo malo en las redes sociales, atacar lo que no te gusta, pero tiene que haber de todo. Siempre recuerdo de mis primeros desfiles en Simof que mi madre cuando acababa me decía, pese a haberle gustado todo, que había una manga determinada que no le gustaba. Al principio me costaba entenderlo, pero que te adulen los que te quieren es muy fácil y no se aprende.

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¿Qué aportas al equipo de profesores de «Quiero ser»?

No conozco la moda como estrella, soy parte de ella. Querían a alguien que fuera diseñador y yo me críe en el taller de mi madre y no he dejado de formarme… Una de las cosas que más me gusta es que mi objetivo es que la gente de importancia a la moda y no la vean tan frívola. Quiero mostrar el profesionalidad de todos los que están detrás de una colección de moda y la seriedad, no todo vale. No por ponerse dos cosas monas y retocar las fotos de tu móvil ya eres un entendido de la moda. Hay que estudiar la historia, los diseñadores de cabecera, conocer los tejidos… Mi objetivo es que traten con respeto este mundo.

¿Cuesta trasmitir esto a los concursantes?

Sí. Estoy intentándolo y me dicen que soy el duro, pero más bien soy estricto.

¿Serás el Risto Mejide de este programa?

Jajajaja. Soy duro, pero no de forma gratuita. Intento enseñar lo que sé y también hago pruebas de actitud, autoestima… Soy duro porque pienso que hay que tratar esto así, mis compañeras tienen otros perfiles. Dulceida es muy feliz y Madame más maternal. No vengo a hacer amigos, que puede que los haga, quiero enseñar como a mi me enseñaron, con disciplina, tesón y seriedad.

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¿Cómo se crean las pruebas que tienen que superar los que quieren ser chicos o chicas de moda?

Las hacemos en conjunto todo el equipo y después cada profesor, dentro del contenido, la hacemos a nuestra forma un poco. Hablamos de personas que con un millón de visitas pues llaman la atención de los que antes pagaban a una famosa para que lleve su ropa… Vamos a mostrar a todos los públicos qué es este fenómeno. Todas las semanas tenemos a seis aspirantes, divididos en tres grupos capitaneados por cada uno de nosotros y los jueves cada profesor nomina a uno de los suyos, después de esos tres salvamos a uno, a otro sus compañeros y el otro queda eliminado para que entre un nuevo concursante.

¿Cómo y quiénes son estos jóvenes?

Habrá todo tipo de perfiles. Y no son todos gente del mundo de la moda porque queremos enseñar y ver una evolución. Hay algunos que no son para nada de mi estilo, pero al pasar la semana vas viendo su cambio. Todo el mundo puede hacerlo, es cuestión de inteligencia y disciplina.

¿Todo el mundo? 

Con la elegancia se nace, pero el estilo se puede hacer con inteligencia, fijándote en otros, estudiando, mirándote al espejo… Puede que no tengas ese halo de elegancia, pero puedes conseguir vestir bien y con estilo.

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¿Esa es la gran lección del programa?

No disfrazarse, lo que hay es que ser uno mismo y demostrarlo. En «Quiero ser» queremos sacar lo mejor de cada uno, nos guste o no el concursante. Siempre que sigan las reglas de protocolo y educación, saber dónde estás, con quién… Pero en cuanto al estilo, uno tiene que sentirse reflejado porque puede que a mí no me guste, pero sí a muchos otros. Hay que hacerlo todo con personalidad y me fascina la gente que la tiene y defiende.

¿Quienes consideras que son chicas o chicos de moda (it girls o it boys)?

De las internacionales me gusta Chiara Ferragni, de las españolas hablaré de mis compañeras, que tienen dos estilos muy diferentes: el juvenil de Dulceida y el bohemio chic de Madame de Rosa. En cuanto a moda de hombre, me encanta Carlos de Inglaterra y como icono, Nati Abascal. No me sorprende la que va con una camisa blanca y un vaquero, porque sé que es un conjuntos que está muy estudiado y es muy fácil estar guapa con un estilista, un peluquero y un maquillador. A mí, la gente que de verdad me llama la atención y a la que valoro es la que me cruzo por la calle en su día a día, la que con cualquier cosa está mona.

Estoy deseando volver a desfilar en Simof

¿Serían estos los mejores concursantes para «Quiero ser»?

Claro. Para qué poner a alguien que se pone bolsos de Chanel? Me gusta la que se hace un turbante con una bufanda, la que le coge la camisa la novio de vestido… eso es lo importante. La inspiración llega de todas partes… En Andalucía se ve mucho esto porque estamos mucho en la calle. Siempre recuerdo a una mujer que vivía cerca de mi taller y la veía barriendo la puerta con un delantal y una elegancia brutal. Y yo encontré la inspiración ahí, en esa mujer, y no en otras que van vestidas por el mejor diseñador pero no transmiten nada.

Con tanta televisión en los últimos años, ¿echas de menos el trabajo de diseñador?

En mi día a día sí, pero sigo trabajando y teniendo mi taller en Almonte aunque no estoy tanto como me gustaría. Trabajé creo que demasiado y desde muy joven ya tenía mi firma de flamenca, de moda de hombre, una tienda en el centro de Sevilla y he diseñado para otras firmas y ejercido de director artístico para editoriales de revistas. Pero necesitaba un tiempo para mí, aunque nunca lo he dejado del todo. Pero este próximo mes de diciembre lanzaré un nuevo proyecto que es mi línea de moda de venta online con vestidos de cocktail económicos. Diez diseños y podrás elegir en qué tejido quieres.

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Cristo Báñez en su taller en 2002. Foto: Pepe Ortega

¿Tiene Andalucía un estilo propio?

Siempre tiro al sur porque como dice un fandango que me encanta «Nunca está mejor un árbol que en tierra donde se cría».  Andalucía es única en todos los sentidos y tiene un estilo maravilloso que yo defiendo como andaluz y diseñador de moda flamenca. Estoy orgulloso de ello y del trampolín que es Simof desde donde todos podemos empezar, porque la moda flamenca es la única regional que evoluciona con los tiempos y que atrae a la prensa nacional e internacional. En las últimas década grandes como Gaultier, Saint Laurent, John Galliano, Carolina Herrera… se han fijado en la moda flamenca para su alta costura. Somos inspiración y no hay que ocultarlo. Estoy deseando volver a desfilar en Simof, por cuestiones de agenda no he podido, pero espero poder hacerlo el próximo año o el siguiente.

¿Podías imaginar que acabarías en la televisión?

No me lo podía imaginar. Yo tenía claro lo que quería ser, siempre en el mundo de la moda. No sé si esto es un acierto o no, lo hago con humildad y cariño y soy como soy. Entiendo que la televisión es un fenómeno peligroso, porque dan el perfil que quieren, sobre todo si no son programas en directo. No me imaginaba en la tele, pero tengo muchas ganas porque me gusta comunicar.

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