El diseñador malagueño presentó su primera colección para novias e invitadas abriendo las posibilidades de su taller sevillano a todo tipo de clientas
Una de las sorpresas de la VI edición de SIQ Handcraft & Fashion, celebrada en Sevilla a finales de junio, fue el debut en la moda de fiesta y novias del diseñador José Galvañ. Conocido por su moda flamenca, el malagueño se atreve con una primera colección en la que sorprende con un estilo que se aleja por completo de volantes y lunares.
Bulevar Sur ha entrevistado a José Galvañ para saber los detalles de «Essai», sus diseños para invitadas y novias, una nueva faceta con la que sigue conquistando fuera de tablaos, escenarios y de las ferias y romerías.
¿Cuando decidiste que te lanzabas con las novias e invitadas?
Llevaba tiempo con ello en la cabeza, quien me animó del todo fue la asociación Málaga de Moda que tenía espacio para algunos de los diseñadores que forman parte de ella en la pasarela SIQ. Una de las participantes que llevaban se cayó de la programación y me pidieron que participase solo un mes antes del desfile. Me pareció que era el momento y me lancé.
¿Habías hecho ya algún diseño de novia?
Novias no. Había hecho algunos encargos muy concretos, un par de madrinas, algunas invitadas… Pero la verdad es que cuando gané Marbella Crea, fue con una colección que no era de flamenca y en Málaga Crea también fue con diseños que navegaban entre la flamenca y la invitada. Esas fueron mis dos únicas experiencias, pero esta es mi primera colección completa de novia e invitada.
¿Cómo ha sido el proceso creativo de la colección?
Fue un mes de locura, porque en cuanto dije que sí me llamaron también para confeccionar el vestuario de un montaje que participaba en el festival de Itálica, «Muerte de un minotauro» diseñado por Eduardo Leal. Ha sido una experiencia diferente porque es la primera vez que hago algo que no se ciñe a la flamenca, quien lo vea se va a sorprender porque no es nada flamenco. Ni volantes, ni lunares ni flecos… me he ido a otro lado.
¿Qué te ha inspirado?
Como siempre me acabo inspirando en la música. Mientras trabajaba tenía de fondo una música francesa de fondo (de un grupo alternativo, Vendredi sur mer) y eso es lo que me lleva. Son diseños sobrios, «minimal», con líneas rectas, geometrías… Hemos trabajado con crepe, gasas, alguna lentejuela y un estampado geométrico. Hay diseños pensados para final de verano y otras prendas que pueden ser para otoño-invierno. Son 12 diseños de invitada y cuatro novias y tenemos vestidos largos, vestidos mini, trajes de chaqueta, pantalón… Al final cuando planteas una colección intentas tocar todo lo que una clienta pueda querer, sigo las tendencias pero no rigen al 100% lo que hago. Tengo colores y líneas que me gustan, todo lo que hago es porque me gusta y me lo pondría si fuera mujer. Lo mejor es que todo puede ir tal cual de la pasarela a la calle, todo es muy ponible.
¿Te ha costado alejarte de la flamenca?
No la he echado de menos, pero sí es cierto que lo he hecho con respeto. No es por demostrar nada, es un trabajo hecho desde la responsabilidad por la oportunidad que me han dado. Es mi primera vez fuera de la flamenca, la primera toma de contacto con este sector y quiero que se vea mi estilo. Todo poco a poco, como una declaración de intenciones, que se vea por dónde voy, lo que puedo hacer y no encasillarme.
¿Ha sido de algún modo también liberador como diseñador?
Pues sí, es una oportunidad. Trabajar con otro tipo de confección y patrones, las prendas fuera de la flamenca se tratan de otra manera. Es verdad que la flamenca ya no tiene límites, pero sigue habiendo alguno si quieres que la colección se venda. Al fin y al cabo, es un tipo de moda que tiene un lenguaje mínimo que respetar dentro de su gran evolución.
¿Has descubierto algo nuevo en ti mismo?
Siempre he tenido ganas de diseñar novias y fiesta, eso estaba ahí. Con esta colección he podido hacer realidad algunas ideas que ya tenía y que no podía adaptarlas a la flamenca. Yo veo la colección y me veo, pero para la gente ha sido algo más inesperado. Para mí la flamenca es la flamenca y en el resto, puedo hacer otra cosa.
Novias de José Galváñ
¿Cómo definirías tu estilo en moda nupcial?
Creo que mis novias son bastante lineales. No soy nada barroco, busco esa limpieza. Y dentro de mis formas, las he diseñado. Ni grandes colas ni volúmenes…
¿Quiénes son tus referentes en la moda?
Stephane Rolland es un referente de muchos, es un estilo. Elie Saab me maravilla por su elegancia pura. Y a nivel nacional creo que Roberto Diz creo que hace una labor importante y de los históricos, ¿cómo no?, Balenciaga.
¿Con qué firmas has colaborado para complementar los looks del desfile?
Los pendientes de Lamágora son piezas exclusivas para la colección y los tocados de Hats by Roiz, que no son tocados al uso porque hemos querido darle una vuelta.
¿Se puede vivir solo de la moda flamenca?
Yo puedo decir que sí, pero es que de mi taller al año pueden salir 50 batas de cola de bailaoras, para conservatorios, etc. Todo lo que tengo ha sido a base de volantes, pero es complicado. Mi suerte es que tengo bailaoras que vienen a que las vista desde todos sitios, también para compañías que viajan por todo el mundo. Si no tuviera esa faceta del baile sí que se complicaría. Somos muchísimos diseñadores de moda flamenca y por eso entiendo que se abran a otro tipo de moda. Yo lo he hecho por inquietud artística porque ahora mismo estamos trabajando durante el año completo, pero llega un momento en el que, como creador y por el arte, quieres salir de tu zona de confort. Mi intención es que guste y sea otra puerta más.
¿Has dejado el baile, profesionalmente hablando?
No, lo compagino. No bailo tanto como antes, voy seleccionando. En verano dirijo un ballet que trabaja por la costa de Málaga, en septiembre vuelvo a Madrid y hacemos gira, luego quizá a Japón… Pero tengo que cuadrar bien las fechas, me tiene que gustar el proyecto para elegirlo… Sí, sigo en activo.
