Dolmen de Soto

Dólmenes de
El Pozuelo

El Dolmen de Soto, descubierto por don Armando de Soto en 1922, está enclavado en la finca «La Lobita», en el término municipal de Trigueros, en Huelva. Este dolmen, considerado uno de los monumentos prehistóricos más importantes de Huelva, se fecha hace unos 3000 años a. C. y forma parte de uno de los doscientos monumentos megalíticos de la provincia que se construyeron durante el Neolítico y la Edad de Bronce.

El dolmen está construido, como la mayoría de los monumentos similares, en el interior de un túmulo, de forma casi circular, que se destaca perfectamente en el llano que lo rodea. Este pequeño cerro artificial es una acumulación de tierra de tono blancuzco, que no aparece en el resto de la finca donde se encuentra. Solamente en la base hay tierra rojiza típica del subsuelo donde se ubica.

Los investigadores consideran que el Dolmen de Soto pertenece al Neolítico Pleno, dada su gigantesca y complicada arquitectura, ya que es el sepulcro megalítico más grande de los localizados en Huelva, con una longitud de unos veinte metros. Otro hecho que avala esta hipótesis cronológica sobre su construcción es el ajuar funerario encontrado junto a los cadáveres.

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