Un año antes de que la Hermandad Matriz de Almonte recibiera los títulos de Pontificia y Real, tuvo lugar la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío en una misa oficiada por el cardenal arzobispo de Sevilla Enrique Almaraz. El canónigo rectoral de la Catedral de Sevilla fue su principal impulsor. El artículo periodístico que don Juan Francisco Muñoz y Pabón publicó en 1918 movilizó a rocieros de cualquier condición. En junio de 1919, entre unos 25.000 rocieros, tuvo lugar la celebración de la Coronación. Una procesión triunfal hacia la ermita fue el epílogo de este momento histórico. La extraordinaria conmemoración no repercutió en la romería, que se celebró el mismo año de forma habitual.