Australia y Angola se enfrentaban hoy en la última jornada del grupo D de la Copa del Mundo de baloncesto. Los oceánicos, matemáticamente clasificados, iban ganando por 13 puntos al descanso a la selección africana, y se jugaban la posición en la que acabar dentro de su grupo: podían ser segundos o terceros, en función de lo que haga Lituania contra Eslovenia después.
La derrota, sin embargo, acercaba a Australia al tercer puesto, lo que haría que evitasen a Estados Unidos al menos hasta semifinales. Por contra, el segundo clasificado del grupo D se cruzaría en cuartos con los americanos, si ambos equipos ganasen sus partidos.
El resultado es que en la segunda parte Angola le dio la vuelta al partido. Del 42-29 con el que llegó Australia con ventaja en la primera parte se pasó al 83-91 final, una diferencia de 21 puntos en el segundo tiempo. Angola necesitaba ganar para clasificarse para octavos (dependen del México-Corea del Sur), pero aun así el resultado ha levantado muchas sospechas.
«El baloncesto es un deporte precioso en el que no hay espacio para el amaño de partidos como hoy», ha tuiteado Goran Dragic, la estrella de la selección de Eslovenia. Los balcánicos se ven directamente perjudicados por la derrota de Australia, ya que si pierden esta noche contra Lituania serían segundos de grupo, y EE.UU. se cruzaría en su camino en cuartos de final.
En la rueda de prensa posterior al Australia-Angola, los periodistas eslovenos han sido bastante duros con el seleccionador australiano, Andrej Lemanis, que ha dado méritos al partido de Angola. «Nadie juega a perder. Lo que ha pasado es que Angola nos ha superado merecidamente», explicó el técnico de los oceánicos. Sea como sea, su selección ya solo puede ser tercera clasificada del grupo D.