Argentina se juega mañana en el Estadio Minerao de Belo Horizonte sellar su clasificación para los octavos de final de la Copa del Mundo. Todo indica que será así si tenemos en cuenta que la selección albiceleste tiene uno de los grupos mas sencillos de toda la primera fase: Bosnia (a la que ya ganó 2-1), Irán (su próximo rival) y Nigeria (con el que cerrará la fase de grupos el próximo miércoles en Porto Alegre). Por eso, más allá de finiquitar su pase, lo que de verdad parece importante este sábado es que Argentina le de la vuelta a una imagen muy deteriorada tras el duelo ante los balcánicos en que el Sabella salió a Maracaná a jugar con una defensa de cinco.
Hasta el propio Messi criticó el esquema de su técnico: «Somos Argentina y no tenemos que jugar en función del contrario». Las palabras del astro y la presión popular han hecho recular al seleccionador de la albiceleste que ante Irán volverá a jugar con una zaga de cuatro. Así lo ensayó en el entrenamiento de ayer en Ciudad de Galo, ‘bunker’ de Argentina en este Mundial. La otra gran novedad para el partido ante los de Carlos Queiroz sería la entrada de Higuaín (aparte de la de Gago, favorecido por el cambio de sistema, en el centro del campo). El Pipa ha vivido unos últimos días extraños: no fue titular ante Bosnia por sus problemas en el tobillo y se ha desvelado que tendría un acuerdo para jugar en el Barcelona la próxima temporada. Dos situaciones que parecen ya olvidadas en la mente de Gonzalo, que solo quiere centrarse en el campeonato y en ayudar a su selección a lograr la que sería una hazaña mayúscula: ganar un Mundial en Brasil.






