El encuentro entre Inglaterra e Italia es uno de los partidos más interesantes de la primera fase, también por el escenario, el estadio amazónico de Manaos. En medio de la selva se abre paso el fútbol. Las consecuencias que en el ecosistema de la Amazonía, vital para el equilibrio del planeta, tenga la visita de los aficionados ingleses son desconocidas. Qué Fitzcarraldo habrían organizado los antiguos hooligans allí... Hubieran terminado de deforestar la zona. Pero los tiempos cambian e Inglaterra acude al mundial con Roy Hodgson, que es casi un entrenador suizo, y con un psicólogo que les hace chutar penaltis sin portero. Cuesta imaginar a Wayne Rooney haciendo el Hamlet con el limón en la mano. [Inglaterra-Italia en directo, a las 00.00]
Inglaterra suele jugar con un 4-2-3-1. Gerrard manda en el centro y ojalá lo hiciera también Wilshere. Hodgson ha sufrido el contratiempo de Chamberlain, que aportaría gran creatividad. Su ataque depende, sobre todo, de Rooney, que juega con libertad y aparece por casi todo el campo. Está en el momento de romper a Charlton, que es como la melancolía perpetua de los tabloides. Le ayudarán los jóvenes del Liverpool, Sterling y Sturridge.
El problema inglés ante Italia puede que sea el centro del campo. Porque Prandelli situará allí tres centrocampistas que lo tienen todo. Toque y robo. Pirlo, De Rossi, Marchisio (o Motta, Aquilani y Verratti). Ese es el gran poderío de la Italia de Prandelli, que ha construido un equipo bastante equilibrado alrededor del talento experto de Pirlo y su fútbol cada vez más quintaesenciado. Cada toque suyo nos parece el sorbito de un vino viejísimo. Subcampeona en la Eurocopa y tercera en la Confederaciones, Italia ha dado en la tecla con Prandelli, que ha suavizado el catenaccio. Son pocos los equipos que tienen más de una versión. Italia ya no huye de llevar el mando del encuentro y en lo más profundo mantiene su capacidad de jugar al viejo estilo.
Buffon, que parece que lleva ya tantos años como Zoff, y una defensa seria con Barzagli y Bonucci terminan de construir el bloque. Florituras, pocas. En el ataque, la referencia es Balotelli, que tiene en este Mundial una buena ocasión de justificar un status de estrella algo incomprensible. Se le valoran el potencial y las gansadas. También está Cassano, que ya juega en su baldosín. Prandelli puede completar la delantera con los jóvenes del Torino (Immobile llega en forma) y con Cerci, del Nápoles. Salvo que alguno de ellos rompa a Toto Schillaci, Italia tendrá dificultades para resolver los partidos vitales.
Con Uruguay esperando, el partido no admite mucho tanteos. Los dos necesitan ganar porque no es seguro que puntúen contra los charrúa. Italia quizás parta con cierto favoritismo. Ha demostrado más en los recientes torneos internacionales y parece que controlará el centro del campo. Seguramente Rooney tenga que bajar entonces a recibir. En una de esas chocará con Pirlo o (clímax del partido) con Balotelli. Las aves del Amazonas saldrán despavoridas de Manaos.







