Los apasionados de Porsche tenían costumbre de disfrutar viendo correr a sus bólidos preferidos en el circuito de las 24 horas de Le Mans. Sin embargo, a la marca alemana se le ocurrió adaptar su célebre 911 para que pudiera aventurarse a la conquista de las dunas del Sahara. Ya en su primera aparición, en 1984, gana la apuesta con René Metge al volante.

