El sector automovilístico español sigue en caída libre. Las matriculaciones de coches han descendido un 61% respecto a 2006. Los concesionarios están con el agua al cuello. El hundimiento de las ventas de coches, la reducción del crédito por parte de los bancos y el aumento de sus stocks de automóviles están poniendo en peligro a las más de 3.000 empresas del sectorEl principal problema financiero de los concesionarios es que los stocks de coches de sus almacenes se han disparado hasta las 400.000 unidades, lo que supone un endeudamiento por este concepto de 28.500 millones de euros. Para evitar la ruina, el sector del automóvil, pide ayudas directas para el consumidor .

