José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, ocupó ayer la primera plana de la actualidad al encararse directamente con la «número dos» de la dirección nacional del PP, María Dolores de Cospedal, a la sazón contrincante directa suya en la carrera a las elecciones municipales y autonómicas del 29 de mayo de 2011. Despertó a la fiera antinuclear socialista y descartó que su Comunidad albergue el almacén temporal centralizado (ATC) por los riesgos de seguridad que puede, a su juicio, entrañar. En las entrañas dio a De Cospedal al denunciar que mantiene un doble discurso atendiendo a su doble cargo, algo que la popular rechazó de plano. Pero el castellano debió resugir tanto que hoy se ha visto con fuerzas de «repartir» estopa hacia otro lado, hacia las vísceras de su propio partido, al pedir una remodelación del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

José María Barreda ha hecho estas declaraciones ante los micrófonos de Punto Radio y lo ha contextualizado, en un día en el que hemos conocido la última estadística sangrante del paro en nuestro país, en la necesidad de «crear un gabinete más reducido orientado en exclusiva a combatir aquello que preocupa a los ciudadanos»: es decir, la galopante crisis económica. Barreda insufla así el globo del cambio de asesores económicos para un presidente del Gobierno que, de forma improvisada para la gran mayoría de su formación política, acaba de agitar un fantasma que negó una y otra vez: la reforma de las pensiones y el retraso progresivo de la edad de jubilación. Lo del ciudadrealeño ya no son cantos de sirena dentro del PSOE. Le ha precedido parte de la vieja guardia, siendo las voces más sonadas las del ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla (sí, el mismo que le dijo a micrófono abierto que le enseñaría de esto de economía en dos tardes), el propio ex ministro Pedro Solbes, que dejó su escaño sin poder encajar sus iniciativas anticrisis en el debate parlamentario y para no votar unos presupuestos generales que no eran los suyos, o los siempre discordantes Joaquín Leguina y Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Todos ellos urgen, como ha hecho hoy Barreda en el programa «Protagonistas», que pivota sobre Félix Madero, que «terminado el semestre europeo, el presidente hiciera una remodelación importante del Gobierno». «Sería una inflexión, un signo inequívocamente claro de que se quiere recuperar terreno y dar una respuesta» clara frente a la crisis, ha postergado el barón autonómico durante su entrevista.

No habló de su sucesión en el Comité del sábadoBarreda también ha manifestado que el paro «es la verdadera tragedia y lo que verdaderamente importa a los ciudadanos». «La consecuencia más sangrante, la más dramática, lo más urgente y lo más apremiante es el desempleo». «Eso es a lo que nos deberíamos dedicar todos, esa sí es una cuestión de Estado», ha contestado el presidente manchego. No obstante, en el Comité Federal del sábado Zapatero prefirió centrarse en que su «propuesta razonable» para retrasar de manera gradual la entrada en la «edad de oro» a los 67 años no recortaría derechos de los trabajadores y lo hizo poco o nada en dos cuestiones que desde sus filas le están pidiendo a gritos: su probable sucesión de cara a las elecciones generales de 2012 y las medidas contra el desempleo.