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Columnas / el almirez

«Nanay» de la China

Tras los solares de la Deuda Histórica, Zapatero piensa que es más fácil engañar a Griñán

Día 14/09/2010 - 06.57h
No falla. Ante la confusión y las rectificaciones, la mejor manera de saber qué hará o no hará Zapatero es estar atentos a lo que les pide Griñán: acabará haciendo lo contrario de lo que se les solicita desde Andalucía.
Quería Griñán que Cajasur se la quedaran Unicaja y Cajasol y la entidad fue adjudicada a la BBK, a los vascos, dicen los socialistas andaluces que como pago preventivo al PNV por sus apoyos a los Presupuestos de Zapatero.
Con Córdoba no da una: quizás por mala conciencia, por haberle quitado a la izquierda a su referente más clásico en la ciudad (Rosa Aguilar) Griñán quería a Moratinos de candidato y nanay de la China: el ministro seguirá por esos mundos de Dios -y de Mahoma: no sea que nos acusen de intolerantes-, negociando rescates con Al Qaeda por secuestros de españoles y demás asuntos exteriores.
Observa Griñán, cual lince a su presa, una nueva rectificación de Zapatero: que los ayuntamientos buenos, los más saneados puedan endeudarse para invertir. En obvia correspondencia, el presidente andaluz le pide que las autonomías buenas, la más saneadas, puedan hacer lo mismo. Y la respuestas es la misma: «nanay» de la China.
Lo mismo ha ocurrido con la supresión de las ayudas a las VPO, un mazazo a una de las políticas estrella (¿estrellada?) de la Junta. Quiere Griñán una moratoria para la eliminación de esas ayudas y lo que logra, por ahora, es un nuevo moratón, otra bofetada de Zapatero.
Estos desaires tienen dos posibles explicaciones: que Griñán, en su afán por desmarcarse de Zapatero, cuya gestión es plomo en las alas electorales del PSOE andaluz, esté jugando con fuego, o que tras colarle los solares de la Deuda Histórica, Zapatero piensa que es más fácil y productivo engañar a Griñán que acceder a sus peticiones.
Sólo hay una cosa que Zapatero le ha concedido a Griñán: la supresión de las primarias en Andalucía. Se comprende que, tras haber sido designado a dedo, el líder de los socialistas andaluces, no quiera que aquí nadie escape a tan peculiar medio de elección.
El problema no está en los candidatos municipales sino en él mismo: si hay primarias municipales ¿por qué no para el candidato a la Presidencia de la Junta? Lo que se sostiene menos es que ZP, firme partidario de ellas, que las permite en Madrid y que accedió al liderazgo del PSOE a través primarias, diga a la sufrida militancia andaluza que «nanay» de la China. Que aquí no hay más primarias que las de elegir el dedo con el que se darán los «dedazos».
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