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Mercedes Miá intentará ser «superobjetiva» en esta edición
Indhira y el «delfín» de Arturo fueron los protagonistas de Gran Hermano 11 junto con las escenas de amor de Gerardo y Saray y los gritos e insultos de la rusa Tatiana.
La transexual Amor y sus «manitas» con Piero, los papeles de la paella de Niky, la vaca de Fresita, la ira de «La legionaria» e incluso el «Quién me pone la pierna encima» de Jorge Berrocal.
Algunos de estos momentos serán repasados este jueves en «Esperando a Gran Hermano», la «gala 0» de de Gran Hermano 12 conducida por Mercedes Milá.
Pero el concurso no empezará hasta el próximo domingo en el que veremos las típicas escenas de la entrada en Guadalix de los nuevos participantes, sus primeras impresiones y contactos.
«Gran Hermano es como una historia de amor, que hay que vivirla segundo a segundo con el riesgo y el vértigo que ofrece esa historia», confiesa Mercedes Milá, quien se siente emocionada por el estreno de la duodécima edidión del programa.
La periodista ha añadido que esta año intentará «ser hiperobjetiva» y no implicarse tanto en las historias del programa.
«Para presentar GH no cabe otra cosa que hacer uso de un oxímoron: esperamos lo inesperado», señala Manuel Villanueva, el director de contenidos de Telecinco.
Pepa Álvaro, directora de la casa de Gran Hermano ha asegurado que este año se han buscado perfiles diferentes, que nunca han estado en el concurso.
«Se han presentado muchas mujeres embarazadas, personas con vidas paralelas, gente muy dispar en definitiva. También finalistas de otras ediciones», confiesa Pepa.
Lo cierto es que quieren seguir sorprendiendo a la audiencia con sus pruebas y conflictos y acaparando el share de los jueves y los domingos. Estaremos pendientes...



