El histrionismo de Ángel Llàcer sustituyó el domingo a las mechas de Rafa Sánchez pero eso no ha levantado la audiencia de «Operación Triunfo». Es verdad que hay ciclos y los programas empiezan a cansar, pero lo de «OT» es preocupante. También «American Idol» ha bajado su audiencia en EE.UU. y el fichaje de Jennifer Lopez no ha ayudado. Allí falta Simon Cowell. Aquí, Risto Mejide. Los malotes. Pero, sobre todo, aquí falta Jesús Vázquez, el presentador. Claro que Jesús Vázquez es capaz de presentar cualquier programa.
Otra cosa es que «OT» pueda soportar que otro/a lo conduzca. ¿Qué sería de «Gran Hermano» sin Mercedes Milá? Puede que la segunda edición aguantara con Pepe Navarro. Y puede que la primera de «OT» triunfara con Carlos Lozano. Pero primera y segunda son ordinales sin desgaste. El día del estreno de la presente edición los espectadores fueron 2.778.000 (17,3 por ciento de cuota de pantalla), por detrás de la película de La 1 y de «Los protegidos». El segundo domingo, «OT» volvió a ser la tercera opción. El último día fue peor (2.287.000). Ya sólo falta que «El Club de la Comedia» (2.127.000) supere al «talent show». Pilar Rubio se echó a llorar por la expulsión de Charlie. Lo mismo fue por presentar «Operación Trompazo».
