Cada vez que Buenafuente se pone la camiseta de TVE, arrasa. La gala de los Goya empieza a asentarse como un triunfo de audiencia seguro, que ya querría el cine español. En la noche del domingo, La 1 ganó a la competencia en cada uno de los 192 minutos que duró la entrega de premios, sin una sola pausa. Pese a que fue la ceremonia más larga desde 2006, Andreu Buenafuente repitió su éxito del año pasado (cuando fue 25 minutos más rápido) y consiguió el segundo mejor resultado de la historia, solo por detrás de sí mismo. En 2010 sumó 316.000 espectadores más.
Una media de 4.340.000 espectadores contemplaron el triunfo de «Pan negro». Es decir, una de cada cuatro personas, el 25,4 por ciento, prefirió la llamada gala del morbo a las alternativas de las otras cadenas. Antena 3 fue segunda con un doble capítulo de «Los protegidos», que llegó al 11,7 por ciento, mientras que Telecinco bajó a la tercera plaza (10,3%) con «Más allá de la vida» y la serie «Aída». «OT», oferta habitual de la privada, huyó despavorida. El año pasado, TVE consiguió una victoria aún más amplia, pero Antena 3 plantó más cara a base de cine americano con la emisión de «Yo, robot».
El espectador de la gala fue sobre todo femenino (55,4%) y mayor de 45 años (63,3%), dato este último que contrasta con la edad del espectador que va a las salas —el 60,4% tiene entre 20 y 44 años—, y que por sí solo explica en parte por qué el cine español puede triunfar en la pequeña pantalla y estrellarse en la grande.
Los telespectadores españoles, por cierto, cada vez más sedentarios, dedicaron el domingo una media de 294 minutos a mirar la tele, a tres minutos del récord histórico absoluto.
