Homer Simpson, inspector de seguridad de la central nuclear de Springfield, se despierta de un profundo sueño al escuchar la sirena de alarma.
Cientos de botones en su mesa de mandos se encienden y se apagan intermitentemente. Ha comenzado el proceso de fusión del reactor principal. «Piensa, piensa, concéntrate», se dice a sí mismo el protagonista de «Los Simpsons» quien finalmente con el juego del «pinto pinto, gorgorito», pulsa el botón clave para parar la catástrofe. Rápidamente aparece la definición del diccionario de Afortunado: «Que tiene buena suerte, Homer Simpson».
Después del incidente de la central nuclear de Fukushima I, en Japón, la televisión suizo-alemana SRF no transmitirá más episodios de «Los Simpsons» que traten la seguridad atómica. Todos los episodios serán analizados con la máxima atención por los responsables de la red y aquellos que consideren «inoportunos» serán cancelados.
Un portavoz de la SRF no ha sabido explicar con exactitud cuáles son los motivos de esta censura. «Se decidirá caso por caso. Si por ejemplo, en un capítulo explotase la central, seguramente sería inoportuna su emisión», aseguró al periódico alemán «Taz».