Después del humo negro de «Perdidos» hemos vuelto al blanco. «Habemus Papam». Otro más, éste en 1492. Tras el estreno de la película de Nanni Moretti en Cannes, Cuatro empieza a emitir este martes «Los Borgia» (22.30 horas), serie protagonizada por Jeremy Irons en el papel de Alejandro VI, patriarca de la Iglesia Católica y de una cruel y poderosa familia (aunque también podía presumir del sector mecenazgo).
A veces los escritores se inventan a los Corleone, los Soprano o los Channing, pero la Historia tiene mejores personajes. Con la experiencia del éxito de «Los Tudor», la cadena de cable Showtime (la de «Dexter» o «Weeds») aprovecha que los Borgia son poderosos, lascivos, crueles y, sobre todo, muy atractivos. A ello contribuye la ambientación, la época y los ropajes (si en «Dexter» el rojo lo pone la sangre, aquí lo pone el colegio cardenalicio).
Como «Los Tudor», «Los Borgia» es historia fácil de digerir, sin la complejidad que podía tener «La joya de la corona». Neil Jordan (creador, escritor y director) no se aleja de lo que Michael Hirst hizo con Enrique VIII.
Drama histórico, buena ambientación, lujoso vestuario, intrigas palaciegas, asesinatos, monos, malos malísimos y mucho sexo (la segunda escena ya es de cama), aunque es verdad que no es posible repetir a un protagonista con la cara de pervertido de Jonathan Rhys Meyers. Jeremy Irons no la tiene.
En la promo presentan a los Borgia como la «primera familia criminal italiana». No conviene que en Valencia se molesten por esto.




