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Columnas / CLAVE DE LUNA

La deuda, Europa y los mercados

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El epicentro del problema se encuentra actualmente en Grecia y las dudas de la Unión Europea

Día 14/07/2011 - 07.36h

España poco puede hacer en la locura colectiva en la que se ha convertido el mercado de la deuda que acumulan los países europeos —por no hablar de Estados Unidos—, especialmente de los llamados periféricos, es decir, Grecia, Irlanda, Portugal, Bélgica, España e Italia. O mejor dicho, sí que podría hacer mucho si tanto España como los otros países mencionados, gastaran menos de lo que ingresan. Por esta razón, estos países tienen déficit alto, porque gastan más de lo que ingresan, y por esta razón —ya que su economía no crece como debiera— acuden a vender deuda para paliar esa escasez de ingresos.

El epicentro del problema se encuentra actualmente en Grecia y las dudas de la Unión Europea —más bien de Alemania y Francia, que son las que más deuda acumulan del país mediterráneo— por seguir financiando a ese país para que no entre en quiebra. Es decir, para que siga pudiendo hacer frente a sus compromisos de pago. Los mercados mundiales —todos aquellos que compran deuda soberana de países— esperan que Grecia sea rescatada por Europa. De no ser así, o de verterse dudas de futuros impagos, los mercados compran la deuda que se sigue generando a un precio mayor. Cuanto más riesgo de impago, más crece el interés por la compra de la deuda. De ahí que en estos días haya subido el interés del diferencial de bonos respecto a Alemania por encima del 3 por ciento. Alemania es la referencia para este mercado. Pero esta subida también se ha extendido a los otros países periféricos.

Si la Unión Europea decide dejar de ayudar a Grecia —posiblemente se lo pida el cuerpo, porque engañaron al resto de países con sus cuentas—, el resto de las naciones periféricas tendrían que asumir costes de deuda cada vez mayores y de difícil devolución. Además, Francia tendría que salir en rescate de varios bancos suyos y, seguramente, también Alemania. Los mercados se caracterizan por no tener alma. Van a ganar cuanto más mejor. Los agentes que integran ese mercado son otros países, entidades financieras y grandes fondos de inversión.

La solución general pasaría por que cada país se situase en déficit cero (gasta lo que ingresa) y decirle al mercado que se refinanciarán las deudas pasadas con crecimiento económico futuro. Pero para eso hay que hacer reformas. Si no, los mercados no se creen esas promesas de crecimiento y, por tanto, no disminuirían sus altos intereses acordes al riesgo. Pero estamos ante decisiones de carácter político, no sólo nacional, sino europeo. En España no estamos cumpliendo esas promesas de hacer las reformas en tiempo y forma. No sé qué hará Europa. Pero lo que sí queda de manifiesto es que necesitamos unos políticos de mayor calidad, seriedad y honradez.

Clave de luna | El blog de Fernando Seco en abcdesevilla.es

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