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La adaptación de la novela de Pilar Eyre, «Pasión Imperial», aún no tiene cadena para su emisión
Día 11/10/2011 - 22.25h
ABC
María Castro
La granadina Eugenia de Montijo también tendrá su «biopic» en televisión. Y es que la productora de ficción del Grupo Secuoya, 2blefilo, ha adquirido los derechos de adaptación de la novela de Pilar Eyre, «Pasión Imperial», que narra la vida de la que fue la última emperatriz de Francia y esposa de Napoleón III.
La productora iniciará así en próximas semanas la producción de una miniserie de 6 capítulos sobre la mujer con más poder de su época, con una explosiva belleza, ambición y desparpajo que la convirtieron en emperatriz de Francia tras seducir al mismo Napoleón III. Desde la productora han confirmado a OTR que la adaptación de «Pasión Imperial» aún no tiene cadena para su emisión y han negado, además, las informaciones que apuntan a que se ha cerrado el fichaje de María Castro para que encarne a Eugenia de Montijo.
La actriz gallega, pelirroja al igual que la emperatriz, ha trabajado en la ficción «Sin tetas no hay paraíso», en el papel de Jessica, y en la actualidad da vida a Elena Valdés en la serie de época, también de Telecinco, «Tierra de lobos».
De origen noble, los primeros años de Eugenia (Granada 1826- Madrid 1920) fueron turbulentos: acosada por los amantes de su madre, la promiscuidad, el libertinaje, la ruina y el desprecio social llegó a intentar suicidarse por amor. Quiso entregarse al Duque de Alba, quien también la rechazó para casarse con su eterna y envidiada rival: su hermana Paca. Para superarla, a Eugenia sólo le quedaba convertirse en la última Emperatriz de Francia.
La novela de Pilar Eyre que «2blefilo» llevará a televisión narra precisamente el lado menos conocido y más sorprendente de una mujer que cambió París, puso en boga el maquillaje, los regímenes para adelgazar, los aparatos de gimnasia, la gastronomía, la crinolina o el color malva, el mismo que el de sus ojos, y gracias a ella se construyó el Canal de Suez. Fumaba, bebía, nadaba en el mar y enseñaba los tobillos, y se convirtió en el símbolo de la mujer moderna y, cuando ya no lo esperaba, conoció al fin el amor delirante y clandestino por un hombre tan fascinante como ella. Sus aciertos fueron muchos, pero sus fracasos acabarían costándole el Imperio.
Según la propia Pilar Eyre, existe «una Eugenia de Montijo mas allá de las edulcoradas películas y canciones que hemos conocido aquí en España, descarnada, real y tan humana que muchos han preferido mantenerla en secreto». «El silencio y la ocultación hipócrita nos han hurtado una vida llena de sucesos prodigiosos y una mujer carismática capaz de lo más grosero y lo más heroico; pero nunca jamás una española ha tenido tanto poder como ella ni ha dejado una huella más indeleble en la Historia», ha señalado la escritora y colaboradora televisiva.
