María Luisa Cobos: “Si aceptas el cáncer, tienes el cincuenta por ciento superado”
La Asociación Española Contra el Cáncer desempeña un papel fundamental en la vida de enfermos y familiares que padecen esta enfermedad. Bien sabe de esto la presidenta del Consejo Ejecutivo de la Junta Provincial de la entidad en Córdoba, María Luisa Cobos, que entró a formar parte de la AECC en 1996 y está al frente de la delegación cordobesa desde 2001. Casi dos décadas coordinando un movimiento de apoyo y solidaridad que encuentra en la provincia una gran respuesta.
—¿Qué papel tiene la AECC en la vida de un enfermo y su familia?
—La asociación es muy importante porque la sanidad hace su labor pero el papel que tiene la AECC es irremplazable. No sólo por contar con psicólogos, fisioterapeutas y material que pone a disposición de quien lo necesita, sino por el consuelo, la charla y la tranquilidad que aporta sentirse dentro de esta comunidad que es, realmente, como otra familia.
— ¿Qué reclamo hacen a la sociedad en sus numerosos eventos y movilizaciones?
—Ahora mismo el pilar grande que intentamos elevar es el de la investigación. Nuestro mayor proyecto está en ese campo. Todos los medios de los que disponemos para ayudar a paliar los efectos de la enfermedad están muy bien pero lo principal es el descubrimiento de tratamientos y técnicas de cura. La investigación es vida y vemos cómo hay mucha gente que se está salvando gracias a nuevos avances. Por eso hay que hacer un llamamiento a instituciones y sociedad para que apuesten por la investigación.
— ¿Cuál podría ser el gran logro de la entidad, cerca de los 70 años de funcionamiento, y 25 en Córdoba?
—Creo que se ha hecho un trabajo muy valioso en la concienciación para la prevención ya que cada vez se producen más diagnósticos precoces. En el cáncer de mama por ejemplo, que podría ser el que mayor revolución ha experimentado en este sentido. También en el de próstata o de pulmón. También se ha conseguido gran empatía hacia la asociación porque hay muy pocas personas que no cuenten con una persona a su alrededor que haya tenido o tenga un cáncer y eso despierta más sensibilidad.
—Aún así, se sigue teniendo miedo a esta enfermedad...
—Por supuesto. El cáncer suena mucho pero sigue siendo un desconocido. Lo primero que se piensa es cáncer igual a muerte pero eso ya no tiene por qué ser así. Nosotros tenemos un programa que se llama "primer impacto" con el que se quitan los miedos y se abre el camino entre todos los recursos con los que puede contar tanto el enfermo como la familia. También participa un psicólogo porque si aceptas la enfermedad, tiene el 50 por ciento superado y más probabilidades de salvarte.
—Entonces, ¿es imprescindible formar parte de la AECC si se detecta un cáncer?
—Yo lo recomiendo. Es cierto que al dar el diagnóstico, el primer pensamiento es alejarte de todo lo que esté relacionado con la enfermedad. Pero la asociación presta, además de sus recursos, muchas manos, oídos y consejos para pasar el día a día. Una ayuda para el enfermo y también la familia. Contamos con pisos de acogida para evitar los desplazamientos que implique el tratamiento, un programa que se llama "mucho por vivir" con actividades y ayuda psicológica y hasta ayudas económicas para quien pase dificultades durante la superación de la enfermedad.