DÍA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

Alika, la africana que llegó en el Aquarius y borra las huellas de la trata con las Adoratrices

La comunidad de religiosas que gestiona el proyecto Fuente de Vida pide la sensibilización ante la vulneración de derechos de mujeres y niños en las redes de prostitución

La pesadilla de Alika comenzó cuando tenía diez años. Se fue a vivir con un familiar debido a la situación precaria de sus padres y en esa casa empezó a sufrir maltratos y abusos sexuales. Después se embarcó en la aventura de viajar a Europa para mejorar su vida y entonces cayó en las redes de la trata. Cuando llegó en el barco Aquarius al Mediterráneo fue derivada al centro de acogida de las Adoratrices en Córdoba y ahí intenta borrar las heridas de su vida.

Congregación de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, que son las Adoratrices, han compartido el testimonio de Alika para pedir «la sensibilización de la sociedad ante la vulneración de los Derechos Humanos que sufren estas mujeres y niños víctimas de la trata», en el día Mundial en que se lucha contra este delito.

«Una vulneración que ya se produce en los países de
origen (cultura patriarcal, pobreza…); pero también en el país de destino en tanto que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas una vez logran salir de las redes de explotación», apuntan las religiosas. Tal es el caso de Alika, que después de los abusos que vivió en casa de un familiar en Ghana, fue encadenando diversas redes en Libia donde fue explotada como esclava sexual.

Vivió un embarazo, pasó por la cárcel varias veces y a su salida afronntó las amenazas de volver a ser vendida a otra madame si no pagaba una deuda. Así, fue embarcada en una patera con destino Francia y en el camino fue rescatada por el Aquarius, el barco fletado por las oenegés Médicos Sin Fronteras y Sos Méditerránee para tareas de salvamento marítimo.

Entonces comenzaron los trámites de solicitud de asilo y ella misma denunció la situación que estuvo viviendo. Identificada como víctima de trata con fines de explotación sexual, y en avanzado estado de gestación, fue derivada al centro de acogida de las Adoratrices en Córdoba donde desarrollan su proyecto Fuente de Vida. En esta casa de acogida prestan atención a mujeres gestantes y a sus hijos en situaciones de vulnerabilidad .

La representante de Adoratrices Córdoba en atención a estas mujeres, María Mateo y responsable de la sección de trata de la Delegación Diocesana de Migraciones, apunta que «el fenómeno de la prostitución y trata de seres ha cambiado en
España en los últimos años, aumentando su incidencia en las personas inmigrantes».

Se da la circunstancia de que «Desde los países receptores, existe una fuerte demanda laboral para sectores poco cualificados, así como para la prestación de servicios
sexuales. Las mujeres necesitan emigrar y las dificultades económicas de sus países, junto con las de movilidad en los países receptores dificultan esta tarea por lo que aparecen las redes que facilitan la migración. Son éstas las que se aprovechan de la vulnerabilidad de las mujeres», explica Mateo.

Comentarios