«Hoy serás mi socio», se decían entre alumnos y mayores en el centro de la Asociación San Rafael de Alzheimer de Córdoba. Alumnos de quinto y sexto de primaria del colegio Antonio Gala compartieron una mañana con los residentes en la que aprendieron juntos y sobre todo se regalaron cariño. Esta actividad forma parte del programa intergeneracional que ha puesto en marcha la entidad con cinco colegios de Córdoba

«Es un proyecto de intercambio de experiencias entre las dos generaciones. A los alumnos se les imparte previamente una sesión informativa sobre qué es la enfermedad, cómo se trata y cómo se puede ayudar a los pacientes de Alzheimer y otras demencias. Después acuden a la visita al centro para interactuar con esa realidad», explica Carmen Siller, vocal de la Asociación y también maestra del colegio Antonio Gala.

En una mañana los alumnos buscan «un socio» entre los residentes, que será la persona la que acompañen y ayuden durante las actividades. Primero se fomenta la toma de contacto con un tiempo para conocerse dialogando. «Dónde vives, cuál es tu equipo de fútbol favorito o qué comida es tu preferida» son algunas de las informaciones que intercambiaron para después participar en las actividades relacionadas con la b, con el desarrollo cognitivo y con el área de plástica. Puzles, asociaciones, juegos de psicomotricidad y fichas con pinturas son ejemplos de los diferentes trabajos que realizaron en parejas.

«Es un día muy enriquecedor tanto para los alumnos como para los residentes. En nuestro caso nos llamó la atención que había niños a los que la actividad no les motivaba pero una vez que llegaron al centro cambiaron por completo», explica Siller. En este caso, los alumnos en general se mostraron «muy abiertos y muy sensibles con los mayores. No había timidez», añade la maestra. Y por parte de los residentes este día fue especial.

Paralelamente se está desarrollando el proyecto en los centros Al Ándalus, ciudad Jardín, Vistalegre y Fray Albino. Todos están en la primera fase, la de la información, antes de pasar a la acción. Se trata de un «proyecto piloto» que, de obtener resultados positivos, se quiere llevar a otros niveles de la enseñanza. De momento participan los mayores de los colegios, que evalúan su experiencia al terminar. La finalidad es concienciar sobre esta enfermedad, dar a conocer los recursos existentes y hacerles partícipes de una parte de la terapia que es beneficiosa para los niños y los mayores.