Prolibertas detecta un nuevo perfil de sinhogarismo: los MENAS

La entidad ha presentado la memoria de 2018 en la que se mantienen sus cifras de atención pero ponen el foco en un colectivo entre adolescente y adulto que demanda sus recursos

La Fundación Prolibertas ha presentado su memoria de 2018 poniendo el foco sobre un nuevo perfil de personas sin hogar: los menores extranjeros no acompañados (MENAS) que pasan a ser adultos. «Cuando cumplen los 18 años salen de los centros de menores en los que se encuentran acogidos y se encuentran sin recursos», ha apuntado el Coordinador del Comedor Social Trinitario, David Lino.

La entidad ha detectado en este sentido que también aumentan entre los que acuden a sus servicios personas solicitantes de asilo «a los que se les acaba el tiempo para procesar su solicitud, se la deniegan y acaban en la calle», ha añadido Lino.

Estas dos nuevas situaciones se suman al perfil habitual del usuario de sus recursos, tanto el Comedor de los Trinitarios como el centro de día Casa Libertad, que durante 2018 atendieron a un total de 1643 personas. De estas, 867 eran personas sin hogar y el resto formaban parte de las 198 familias en riesgo de exclusión social que se acercaron a pedir ayuda.

En su mayoría, un 52 por ciento, son españoles, siendo mayoritariamente hombres frente al 22 por ciento de mujeres, con un rango de edad de entre los 46 y 60 años. También observan que tanto las personas que han ido por primera vez, como los habituales, dibujan un perfil local muy marcado ya que el 63 por ciento son residentes en Córdoba.

En el grupo de origen extranjero, el 48 por ciento, apuntan que su procedencia mayoritaria es Marruecos y Rumanía, con edades de entre 31 y 45 años y el 79 de ellos con su situación administrativa regularizada.

En las conclusiones que ha presentado la entidad, ha manifestado también «con cierta preocupación, que ha aumentado el número de personas con enfermedad mental diagnosticada» entre los usuarios atendidos. «Un colectivo que presenta ciertas complicaciones para su tratamiento y que además se autoexcluye de la sociedad».

Por su parte, en el centro de día Casa Libertad, que este año estrenaba instalaciones, se han triplicado las atenciones frente a las previstas. Así recibieron a unas 606 personas, lo que le ha hecho destacar «como un programa de gran impacto social. Los servicios que se han prestado son de lavandería, con 450 beneficiarios, consigna, con 198 usuarios y actividades de promoción y participación social en las que han participado 225 personas, tal  y como ha detallado el delegado de Prolibertas en Córdoba, Eduardo García.

Con respecto a los datos del comedor, David Lino ha manifestado que «el número de atenciones sigue siendo el mismo y por tanto estos recursos siguen siendo necesarios». El coordinador además ha manifestado no saber «dónde está el techo de sus recursos», que a pesar de que reciben menos financiación por parte de la Junta de Andalucía, siguen manteniendo el volumen de atenciones.

Este trabajo, presentado en el marco del 30 aniversario del comedor, dibuja la atención integral que Prolibertas presta a la sociedad cordobesa, donde además de «dar cobertura de las necesidades más básicas, pretende favorecer la inclusión social y laboral de las personas que no tienen recursos», ha comentado Jiménez. Así como también realizan formaciones y prestan ayuda para realizar los trámites necesarios para que la inclusión sea real, efectiva y duradera.

El director general de Fundación Prolibertas ha agradecido «el trabajo que todos los profesionales y voluntarios de la fundación hacen y también a la ciudad de Córdoba el apoyo tan importante que nos prestan a lo largo del año. Para nosotros el objetivo fundamental es la inserción social de estas personas y para eso necesitamos de la ayuda y el apoyo de toda la ciudadanía», ha concluido.

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