UNIDAD DE EMERGENCIA SOCIAL

Refuerzos en la atención a las personas sin hogar para la Navidad

Son días difíciles para encontrar voluntariado pero la atención a los más desfavorecidos no entiende de vacaciones

La Unidad de Emergencia Social (UES) que tiene en funcionamiento Cruz Roja en Córdoba reforzará durante las fiestas la atención y el apoyo humano que presta a personas sin hogar. «No hay momento bueno para vivir en la calle, pero estas fechas resultan especialmente delicadas, por lo que no podemos dejar de estar cerca de ellas», explica Isabel Lozano, técnica del proyecto de Atención a personas sin hogar de la institución humanitaria en la provincia.

Por ello, un vehículo de la entidad seguirá recorriendo las calles de la capital las noches de los martes, jueves y sábados, incluidos el 25 de diciembre y el 1 y el 5 de enero, y los lotes de comida se han ampliado con algunos productos propios de estas fechas, entre ellos las uvas que se entregarán en la víspera del último día del año. «Aunque son días difíciles para encontrar voluntariado disponible, la lucha contra la exclusión social no permite vacaciones», añade Lozano.

En estos últimos días, el voluntariado de la organización ha atendido en cada una de sus salidas a unas 45 personas, una cifra menor a la habitual gracias a que hay más plazas habilitadas en estas fechas dentro del programa de la Ola de Frío, en la Casa de Acogida Municipal de Campo Madre de Dios y en la casa de acogida de Cáritas.

Este dispositivo, que cuenta con financiación de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, ofrece a las personas sin hogar comida y bebida reparadora, sacos de dormir, ropa de abrigo y apoyo humano, además de asesoramiento y atención sanitaria básica. Alrededor de 60 personas participan como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red CO-HABITA: Adeat, Fundación Prolibertas, Cáritas y el propio Ayuntamiento de Córdoba.

El perfil habitual, a juzgar por las atenciones que realiza el personal de la institución humanitaria, es el de un hombre de entre 35 y 49 años de nacionalidad española al que la crisis, la falta de una red de apoyo y otras circunstancias han conducido a esta situación de extrema vulnerabilidad. Y en un buen número de casos, tienen problemas de salud mental añadidos.

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