Hermanos de niños con discapacidad intelectual conocen cómo es un día en su «cole especial»

Futuro Singular Córdoba ha organizado una actividad dentro de su Programa de hermanos en la que los menores han compartido una jornada escolar de inclusión

Futuro Singular ha celebrado una actividad llamada «Un día en el cole de mi hermano» en sus centros educativos de Castro del Río y Córdoba. Esta iniciativa, enmarcada en el «Programa de Hermanos» de la entidad, quiere mostrar lo que hacen los niños con discapacidad intelectual en su día a día en el colegio, dando lugar a un día de convivencia familiar en inclusión.

«Es la mejor manera de ponerse en su lugar y entender qué hacen mientras que ellos asisten a sus centros de educación ordinarios», comentan desde la entidad. Así, han visitado sus aulas, han experimentado las terapias a las que asisten (fisioterapia, hipo terapia, piscina, entre otras) y han conocido a sus compañeros de clase. «Lo que más me ha gustado ha sido aprender las cosas que hace mi hermano», comentan algunos de los hermanos que han visitado el «cole especial» por primera vez.

Desde Futuro Singular explican que estos encuentros de convivencia trabajan con los hermanos valores como la empatía, el respeto y el apoyo, así como los conceptos de inclusión y unidad familiar. «Porque todos los miembros de la familia deben sentirse valorados, escuchados y atendidos. En edades más tempranas, es habitual que los hermanos de personas con discapacidad intelectual asuman responsabilidades superiores a las que corresponden a su etapa vital. Es por este motivo que desde la fundación trabajamos para que también se sientan pieza clave en su familia e igual de arropados que sus hermanos con discapacidad», subrayan.

Dos hermanos que han participado en la actividad

El «Programa de Hermanos» surge del trabajo que Futuro Singular realiza con las familias de su Fundación, con la finalidad de dedicarle un espacio y tiempo exclusivo para los hermanos. «Son pieza clave en las familias donde hay un hijo con discapacidad intelectual porque pueden convertirse en apoyos naturales tanto para sus padres y hermanos en el núcleo familiar como en el comunitario», explican desde la entidad.

Desde las edades más tempranas, los hermanos asumen la realidad que sus hermanos con discapacidad intelectual viven: sus dificultades, sus capacidades, sus necesidades de apoyo…y en la medida en que asuman y entiendan su papel, serán apoyos más importantes. Esto no es solo beneficioso para la convivencia familiar, sino que es también ejemplo para el entorno comunitario: desde pequeños, trabajan de forma natural la inclusión y se convierte en portavoces de esta en sus entornos escolares, lúdicos, deportivos

Además, siguiendo el curso vital, estos hermanos convertidos en adultos asumirán con toda probabilidad el relevo generacional y se convertirán en tutores legales de sus hermanos con discapacidad cuando sus padres no puedan hacerlo. Por eso es importante prepararlos desde pequeños.

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