«Bobcat»: la versión desenfadada del corte «bob» para las que buscan comodidad

Esta fusión entre el «bob» clásico, el «wolf cut» y el «blunt bob» es la enésima vuelta de tuerca a la melenita de moda que lleva varias temporadas sucesivas en lo más alto del ranking de tendencias

Hace tiempo que tenemos claro que hay un tipo de «bob» para cada mujer en función de la forma del rostro y la textura del cabello, así como las preferencias de largo y mantenimiento que cada una prefiera. Por eso se considera un estilo tan versátil, que puede adaptarse a todos los tipos de melena para sacar lo mejor de cada una.

«Long bob», asimétrico, invertido, mini, recto, capeado,… En un momento en el que las tendencias en cortes de pelo apuestan por los cortes desestructurados y de aire casual, además ded los estilos cortos, parece lógico que el corte de pelo más atemporal evolucione hacia estilos más cómodos y desenfadados como el «bobcat».

Esta fusión entre el «bob» clásico, el «wolf cut» y el «jagged bob» es la enésima vuelta de tuerca a la melenita de moda que lleva varias temporadas sucesivas en lo más alto del ranking de tendencias.

¿Qué particularidades tiene este nuevo estilo?

Cómo es el corte «bobcat»

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Si hay algo que nos llama la atención de esta refrescante versión del corte «bob» es el contorno sutilmente capeado que sugiere ese aire felino que le da nombre en un evidente juego de palabras: «bobcat cut». Así, este nuevo estilo de «bob» podría considerarse heredero del corte loba o «wolf cut» que se caracteriza por tener más volumen en la parte superior a base de capas desconectadas que provocan un efecto esponjoso, similar al de algunos felinos.

Se trata, por tanto, de un corte de pelo que bebe de estilos como el «shaggy» (capas crecientes) y el «mullet» (corto por delante, largo por detrás), además del acabado del «jagged bob» (despuntado). Un cóctel perfecto para conseguir el estilo casual y desenfadado de tendencia.

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En cuanto al largo, el clásico «bob» marca la altura (entre la barbilla y los hombros), de forma que el resultado es más corto que el corte loba, aunque con algunos mechones que despuntan más allá del mentón para buscar ese aire desestructurado. A su vez, las capas que enmarcan el rostro dan lugar a un corte más redondeado que el «bob».

La diferencia de alturas entre los mechones delanteros y traseros nos recuerda a la asimetría del «mullet», aunque con una intención mucho más progresiva para que resulte más sutil, mediante capas de transición. Paralelamente el corte deja más volumen en la parte superior de la cabeza que de medios a puntas, como el «shaggy», gracias a esos mechones más largos que despuntan.

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«Para conseguir este corte debemos partir de un carré, que no es más que un bob cuadrado y simétrico, es decir, compacto y sin capas. A partir de aquí, crearemos las capas y un efecto desestructurado siempre con una longitud corta», afirman desde el Salón Blue by Raquel Saiz en Torrelavega (Cantabria).

Ventajas del «bobcat»

Sin duda el «bobcat» es una excelente opción para actualizar nuestro corte «bob» y refrescar nuestro «look», teniendo en cuenta que puede personalizarse para que sea más o menos atrevido. Por ejemplo, si buscamos un acabado más armonioso, podemos igualar el largo de los mechones delanteros (los que enmarcan la cara) y añadir un flequillo para dar más armonía.

También se trata de un tipo de corte menos esclavo que el «bob» tradicional porque no requiere secador, alisado o moldeado alguno. Simplemente (y siempre dependiendo de la textura de cada cabello) basta con dejarlo secar al aire o aplicar un poco de espray texturizador. Igualmente podemos lucirlo con unas ondas deshechas, porque le van genial a este tipo de acabado emplumado.

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«Antes de secar, aplica algún producto de peinado y sécalo con el secador sin dejarlo totalmente seco. Mueve el secador con movimientos rápidos para que tome volumen y las diferentes capas cojan vuelo. Si tenemos el pelo rizado, utiliza el difusor», aconsejan desde Manuel Mon Estilistas, en Oviedo.

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Además este estilo resulta favorecedor en todo tipo de texturas, tanto para cabellos lisos como para rizados y ondulados, si bien cada uno obtiene diferentes beneficios. Así, las melenas lisas con pelo fino obtendrán más volumen gracias al juego de capas y despuntados, mientras que en melenas más pobladas podremos controlar el volumen descargando donde más nos interese.

«Es un estilo que va bien con cualquier cabello. En los lisos, rompe con la monotonía de las líneas rectas. Con los ondulados, realza su frescura y con los rizados, consigue destacar gracias a la creación de un nuevo contorno», comenta Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.

Por otro lado, cabe recordar que la diferencia de alturas del «mullet» permite afinar los contornos de la cara, lo que resulta ideal para adelgazar visualmente rostros anchos (cuadrados o redondeados). En el caso de los más alargados, podemos compensar también añadiendo un flequillo que recorte la frente y reste verticalidad.

Imagen principal: @sparklepriestess (Instagram)