Mitos de la lactancia materna (Parte II)

Continuamos derribando mitos sobre la lactancia con ayuda de la asesora y doctora en Biología Rocío Romero, fundadora de Mamandoo*

«Las niñas de nuestra generación hemos crecido dando biberón a las muñecas y ver niños tomando teta, por desgracia todavía hoy en día, sigue siendo algo poco frecuente, aunque cada vez menos», explica Rocío Romero, doctora en Biología, investigadora y asesora de lactancia.

Después de descubrir que la injerencia del biberón es la culpable de que a muchas madres se les retire la leche, o que el tamaño del pecho no influye en la capacidad de amamantar a nuestros retoños, continuamos derribando con su ayuda los mitos de la lactancia materna más populares a golpe de ciencia. ¿Alguno ha llegado a tus oídos?

«La lactancia es un proceso natural, pero como no “parimos” de forma natural, puede verse comprometida, y si a esto sumamos la mala y escasa información de la que disponemos, con falsas creencias y mitos, y que no hemos crecido viendo bebés amamantados, algo que debería ser sencillo puede acabar resultando muy muy complicado», señala la asesora de lactancia.

¿Qué mitos hay sobre la lactancia materna?

mitos lactancia parte 2 rocio romero mamandoo

Dar el pecho es algo sencillo

«Otro de los frecuentes mitos de la lactancia materna. Es algo natural, por lo que debería ser sencillo, ¿no? Sin embargo en la mayoría de los casos en nuestra sociedad no es la percepción que tenemos en vista de nuestras experiencias. Surgen dificultades o problemas, o bien la madre no consigue dar el pecho todo lo que le hubiera gustado. ¿Por qué ocurre esto? Pues, aunque el éxito en la lactancia es algo que puede estar condicionado por múltiples factores, desde mi punto de vista hay dos cosas pueden influir mucho impidiendo que vaya sobre ruedas:

1. La primera es la posición que la lactancia tiene en nuestra sociedad. Durante décadas la leche artificial ha sido vista, no como una alternativa cuando realmente un bebé no puede ser amamantado, sino como una opción recomendable, mientras la industria farmacéutica encargada de su producción y comercialización había dado con la gallina de los huevos de oro. Y ya no es tan reciente el hecho de que se conozca, no sólo que no es algo tan beneficioso, sino que entraña unos riesgos importantes para la salud de los bebés, pero sin embargo los intereses económicos siguen estando presentes y, aunque existe incluso un código internacional de comercialización para los sucedáneos de la leche materna, este código se infringe con frecuencia y sigue perdurando la creencia de que la leche artificial no es tan mala, total, «hemos crecido sanos y felices, ¿no?»

2. En segundo lugar, otro factor importante que puede repercutir en la lactancia es cómo acontece el proceso de parto. En la actualidad en nuestra sociedad existe una creencia gravemente errónea sobre el parto, siendo visto como un proceso peligroso y muy doloroso, que es, en ocasiones, incluso tratado como un acto quirúrgico. Cuando la realidad es que se trata de un proceso natural fisiológico para la llegada al mundo de una nueva vida. Por ello existe una tendencia al parto medicalizado y dirigido, que no hace más que provocar un mayor riesgo de complicaciones y que se lleven a cabo numerosas intervenciones innecesarias, de forma que tanto la mamá como el bebé en muchas ocasiones pueden ver comprometidas sus facultades para que el inicio de la lactancia sea satisfactorio».

Por una copita de vino no pasa nada

«Si se diese el caso de que la madre ingiera bebidas alcohólicas, ¿Es mejor dejar de dar el pecho? ¿Esperar o saltar una toma? La concentración de alcohol alcanzada en su leche se igualaría con la concentración en sangre en todo momento. Una persona en estado de embriaguez evidente puede rondar los 0,15gr/100 ml en sangre, ¡y en leche! Cito textualmente al reconocido pediatra Carlos González, que me encanta cómo aborda y simplifica este tema: “Si puedes conducir, puedes dar el pecho. Si no puedes conducir y es posible esperar antes de dar el pecho, mejor espera. Si el niño está desesperado, aunque no puedas conducir, y la única alternativa es darle un biberón de leche artificial, es mejor dale el pecho. Pero aprende de tus errores y no te vuelvas a poner en esa situación”».

Los bebés maman «15 minutos de cada pecho»

«No hay nada de cierto. La lactancia ha de ser a demanda y si ponemos ese tipo de limitaciones puede que estemos impidiendo que el bebé mame todo lo que necesite y la producción de leche puede verse afectada. Es muy triste que desde el ámbito sanitario se sigan pautando a las madres este tipo de recomendaciones totalmente infundadas, que pueden mermar muchas lactancias que podrían haber sido satisfactorias».

Los bebés amamantados duermen peor por las noches

«Es cierto que se despiertan más. Y tiene una explicación, digamos que están diseñados para ello… La prolactina, una hormona encargada de regular la producción de leche y con un papel muy importante en los primeros meses de lactancia, es dependiente de los ritmos circadianos y presenta un pico entre las 2 y las 6 de la mañana, por lo que si el bebé mama de forma frecuente en este periodo de tiempo, estará favoreciendo que aumente la producción de leche. Por otro lado, el estómago de un bebé recién nacido es muy pequeñito y como la leche materna se digiere muy rápido, va a necesitar comer muy a menudo y de noche también, siendo necesario para evitar hipoglucemias o deshidratación. Por el contrario, la leche de fórmula se digiere peor haciendo que el bebé tenga digestiones más largas, siendo esta la explicación de que tarden más en despertarse, pero no porque estén “mejor o más alimentados”.

Los bebés amamantados se despiertan más veces pero se vuelven a dormir más rápido

Por otro lado, la leche materna ayuda a conciliar el sueño, ya que contiene triptófano. También contiene la hormona melatonina, una hormona vital para regular los ciclos vigilia-sueño. Así que podemos decir que los bebés amamantados se despiertan más veces pero se vuelven a dormir más rápido. Hay estudios que han demostrado que los bebés amamantados presentan más tiempo de sueño REM, lo que favorece el crecimiento y reduce el riesgo de muerte súbita. A esto le sumamos que los bebés que toman pecho tienen menos cólicos y sufren menos infecciones respiratorias, dos aspectos que pueden interferir en el sueño del bebé por lo que: ¿realmente duermen peor? Por último decir que el sueño de los bebés no es igual que el de los adultos, que ha de pasar por un proceso madurativo y que no podemos pretender que duerman como nosotros “toda la noche del tirón”. Esto llegará con el tiempo».

Se debe interrumpir la lactancia si la madre sufre una mastitis

«Todo lo contrario. Recomendar interrumpir la lactancia o destetar ante una mastitis es contraproducente y puede desencadenar complicaciones como la formación de un absceso, ya que lo fundamental ante una mastitis es conseguir un buen drenaje de la mama, y el bebé siempre va a hacerlo de una forma más eficiente que el sacaleches. No hay ningún problema porque el bebé mame si sufrimos una mastitis, no debes sacarte leche y desecharla. No se altera su composición ni va a causarle ninguna infección al bebé. Sí que puede ser que se vuelva más salada y el bebé la rechace, por lo que entonces deberemos drenar con extractor. También puede que baje un poco la producción en ese pecho transitoriamente».

mitos lactancia pezones invertidos

Las mujeres con pezones invertidos no pueden dar el pecho

«No es cierto. Según datos estadísticos, aproximadamente el 10% de las mujeres tienen pezones planos o invertidos, y la mayoría pueden dar el pecho sin problemas.

Lo importante no es el aspecto externo y en reposo que tenga el pezón de una mujer para el éxito de la lactancia, sino el comportamiento del mismo dentro de la boca del bebé una vez está succionando. La mayoría de los pezones invertidos están rodeados de tejido bastante protráctil que permite que el pezón salga o protruya con la estimulación y la succión. Una vez va avanzando la lactancia puede que incluso se mantengan hacia fuera también entre toma y toma. Sólo en algunos casos, muy muy poco frecuentes, los filamentos musculares encargados de que se produzca la protusión del pezón, o bien son muy cortos o no existen. En estos casos, la succión del bebé puede hacer que el pezón salga pero a costa de romper tejidos internos, lo que le provoca heridas y dolor a la madre. En estos casos sí que la lactancia puede verse comprometida, pero ya digo que son casos muy raros.

Por desgracia, se trata de un mito muy extendido y aún hoy en día es frecuente encontrarnos que a las embarazadas con pezones planos o invertidos, se les recomiendan una serie de ejercicios o artilugios molestos, dolorosos y en la mayoría de los casos inservibles, para ayudar a que los pezones “salgan” y evitar los problemas al amamantar. Nada de esto es necesario, lo único que se consigue con este tipo de recomendaciones e inventos, es hacer sentir a esa futura madre que sus pechos no sirven, creando una predisposición al fracaso».

Hay que ofrecer los dos pechos al bebé en cada toma

«Ofrecer tal vez sí, pero con una clara recomendación, nunca se debe limitar el tiempo en cada pecho. Debe ser el bebé el que nos indique cuando se ha terminado el primer pecho antes de pasar al otro. Normalmente lo sueltan y si aún tienen hambre nos lo harán saber.

Durante los primeros días, suelo recomendar eso, ofrecer los dos pechos en cada toma, empezando por el último del que mamó la vez anterior, para asegurar que se vacíe por completo en esta ocasión. De este modo, conseguimos que se estimulen ambos pechos, lo que es bastante recomendable al inicio de la lactancia, y así se le permite además al bebé disponer de toda la leche que tiene su madre. Y a partir de aquí, si el bebé habitualmente se suelta del primer pecho y está dormido, parece saciado, etc, posiblemente con un pecho tiene suficiente y entonces lo que haremos será alternar un pecho en cada toma.

Debe ser el bebé el que nos indique cuando se ha terminado el primer pecho antes de pasar al otro

La importancia de permitirles mamar de un pecho todo lo que quieran se debe a que la parte más grasa de la leche se obtiene al final de la toma, por lo que si lo quitamos del primer pecho antes de tiempo, no habrá recibido suficientes calorías. Tomará del segundo pecho pero de nuevo de la parte más “aguada” que es además más rica en lactosa. El bebé por lo tanto habrá ingerido un volumen de leche similar pero que no cubre sus necesidades calóricas, por lo que volverá a tener hambre pronto. Además el ingerir más lactosa puede hacerle tener digestiones complicadas, produciéndole cólicos, gases, heces ácidas que puede irritar el culito…»

El niño te ha convertido en su chupete

«¿Qué fue primero, el chupete o la teta? Basta con razonar un poco para darnos cuenta de que el chupete no es más que un burdo intento de sustituto de la teta y de mamá.

Podemos decir que los bebés hacen dos tipos de succión al pecho, la “succión nutritiva”, que es la que llevan a cabo para conseguir ingerir leche, y la “succión no nutritiva” o “succión afectiva”, terminología que se está empezando a usar ahora y que me gusta más. Y es que el pecho no es sólo alimento. Los niños, tienen una necesidad de succión que según los expertos se puede llegar a mantener hasta los 6 años. Esta succión les permite calmarse, les hace sentir protección… En el pecho de mami el bebé siente su olor, su calor, su respiración, el ritmo de su corazón, y esto obviamente se lo perderá con un chupete. Así que ahí dejo esta reflexión…

El pecho no es sólo alimento. La succión les permite calmarse, les hace sentir protección…

Por otro lado, quiero añadir que el uso de chupete, sobre todo durante las primeras seis semanas, puede causar interferencia en la lactancia por dos motivos. El primero es que puede causar al bebé lo que se conoce como síndrome de confusión en la succión. Un bebé tan pequeño que aún no domina bien la técnica, puede confundirse e intentar mamar del pecho como succiona el chupete, pudiendo causar a la madre dolor o grietas, lo que además puede impedirle obtener la leche que necesita por ser esta succión ineficaz. El segundo motivo, es que al poner un chupete podemos estar enmascarando señales de hambre o que el bebé se quede dormido sin haber comido suficiente, lo que puede traducirse en un bebé que pone poco peso, deshidratación, hipoglucemia…  y una madre que seguro que piensa que el problema es que ella no tiene suficiente leche…».mitos lactancia materna valos nutricional

Después de los 12 meses, la leche materna pierde valor nutricional

«Todo lo contrario. La leche materna siempre será una fuente importante de nutrientes, principalmente proteínas, ácidos grasos esenciales y la mayoría de vitaminas. La leche materna va cambiando su composición según las necesidades nutricionales del bebé. Varios estudios han demostrado que la leche materna de mujeres que han amamantado durante un año o más, tiene un mayor contenido en grasas, casi un 30% más que la leche de los primeros meses, y como consecuencia supone un mayor aporte calórico. Otro dato a añadir, la leche materna después de más de un año de lactancia tiene 879 kcal/l  frente a los 637,86 kcal/l de la leche de vaca. Para que luego digan que no alimenta…

Se calcula que unos 500ml de leche materna pueden aportar a un bebé de un año el 29% de energía que necesita, el 43% de proteínas, el 36% del calcio, el 76% de ácido fólico, el 94% de vitamina B12, el 75% de vitamina A, el 60% de vitamina C. Suponiendo que a un bebé de un año se le permita seguir tomando el pecho a demanda, tomará la cantidad de leche que necesita y la mayoría de los niños amamantados, en torno al año, apenas comen, pero se pegan el día pegados a la teta. Esto tiene una explicación, y es que se produce un parón en el crecimiento y por ello no necesitan comer más, con lo que les aporta la leche materna y un poco que picoteen tiene suficiente. Hay que estar tranquilos y confiar en el niño, entender que es un proceso normal y que de nuevo entre los 15-18 meses volverá a mostrar más apetito cuando se reactive de nuevo el crecimiento.

Se ha demostrado que los niños que tuvieron una lactancia prolongada son adultos más seguros e independientes

Quiero añadir que el pecho de mamá proporciona al bebé consuelo, seguridad, estrechamiento del vínculo afectivo… Se ha demostrado que los niños que tuvieron una lactancia prolongada (como se denomina actualmente al tomar pecho más allá del primer año) son adultos más seguros e independientes, ya que crecieron con esa base segura que representa la lactancia».

La lactancia se interrumpe cuando la madre se incorpora al trabajo

«La brevedad de la baja por maternidad en nuestro país, de tan sólo 16 semanas, está muy lejos de facilitar que una madre pueda cumplir con lo que hemos dicho son recomendaciones oficiales de la OMS, AEPED, etc, que es mantener la lactancia en exclusiva los primeros 6 meses, y luego continuar junto con la alimentación complementaria hasta los 2 años o más. La verdad es que he decir que no es fácil, pero sí que es posible. Para ello hace falta tener una buena información sobre el funcionamiento de la lactancia y conocimientos sobre extracción y conservación de la leche materna. Posiblemente la madre necesite también un extractor de leche adecuado según las necesidades. Pero lo más importante es tener confianza y apoyo y saber que si desea seguir amamantando a su bebé lo desea lo podrá conseguir.

En Mamandoo estamos preparado un taller dónde ofreceremos a las madres la información básica sobre la extracción de la leche, conservación, formas recomendadas para administrarla al bebé y también daremos a conocer los derechos de la madre que amamanta. También ofrecemos asesoramiento personalizado según el caso, porque habrá que abordarlo de manera distinta teniendo en cuenta diferentes variables, como la duración de la jornada laboral, si es continua o partida, quién cuidará al bebé, edad del mismo cuando esté prevista la incorporación, etc. Porque las pautas a seguir serán distintas obviamente en un caso en el que la madre trabaja media jornada, con respecto por ejemplo a una azafata de vuelo que estará varios días separada de su bebé.

No niego que según el caso puede llegar a ser duro, complicado, a veces extenuante, pero animo a todas las madres trabajadoras a intentar continuar con la lactancia si es su deseo, porque los beneficios que puede suponer para ambos no tienen precio y seguro que si lo desean lo pueden conseguir».

No se puede amamantar mientras se está embarazada

«Totalmente falso. Está científicamente demostrado que continuar amamantando  a un hijo durante el siguiente embarazo no afecta negativamente al desarrollo fetal, no aumenta el porcentaje de abortos, ni pone en riesgo la salud materna.

Existe la creencia de que la oxitocina que se libera al dar de mamar, encargada de provocar el reflejo de eyección para la salida de la leche, puede afectar a la evolución del embarazo, ya que en ocasiones puede provocar contracciones. Pero se trata de contracciones leves, siendo insuficiente la oxitocina liberada en estos casos como para propiciar un parto prematuro. Tan sólo en situaciones, en las que por otros motivos, sí que exista una amenaza de parto prematuro, habría que valorar si mientras el bebé mama se produce un aumento de las contracciones y son más fuertes. Sólo en ese caso sería recomendable suspender la lactancia, al igual que las relaciones sexuales, en las que también se libera oxitocina.

Por otro lado quiero aclarar también que las hormonas del embarazo, excretadas en cantidades mínimas a la leche materna, tampoco van a causar ningún efecto al niño que continúa siendo amamantado, que es otro de los mitos de la lactancia materna que solemos oír de vez en cuando.

Eso sí, en torno al tercer o cuarto mes de embarazo, se produce una importante reducción en la producción de leche cuando la madre sigue amamantando. Esto es debido al efecto antagonista de las hormonas del embarazo (los estrógenos) sobre la prolactina. La glándula mamaria digamos que debe “ponerse a cero” y deja prácticamente de producir leche para preparase y comenzar de nuevo a producir calostro para el recién nacido cuando vaya acercándose la fecha de parto. Como literalmente “deja de salir leche” muchos niños se destetan por decisión propia llegados este punto del embarazo. Otros deciden continuar aunque mamen “en seco” porque, como ya hemos dicho, la lactancia es más que alimento, así que se siguen beneficiando de esos ratitos de refugio, consuelo y conexión con mami. Cuando esto ocurre, es probable que una vez nace el hermanito, nos encontremos ante lo que se conoce como lactancia en tándem. La madre amamanta al recién nacido y a un hijo mayor (o a dos).

Quiero dejar claro que, si cuando se conoce el nuevo embarazo, tenemos un bebé lactante menor de un año (esto suele ocurrir en pocos casos), es importante tener en cuenta que la leche debe seguir siendo su alimento principal hasta entonces. Así que, tanto si se produce el destete como si no, deberemos ser conscientes de la necesidad de complementar con leche artificial, ya que la producción de leche materna, como ya hemos explicado, se reduce drásticamente».

* Mamandoo es un proyecto para promover y apoyar la lactancia materna con sede en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Su eslogan es «Asesorando en lactancia. Sembrando salud». Organiza grupos de apoyo voluntario mensuales, talleres informativos y realiza visitas al hospital, a domicilio y apoyo online.

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