A Pau Gasol se le ve relajado. Hacía tiempo que no tenía tantas semanas de tranquilidad sobre una cancha de baloncesto, acostumbrado en los últimos años a ser el centro de las críticas de su equipo en la NBA. Asegurado su futuro en Chicago y con la mente ya lejos de Los Ángeles, España disfruta de nuevo con su mejor versión en la Copa del Mundo, donde lidera al equipo que mejor balance presenta antes de comenzar los octavos de final.
«Hemos cumplido el objetivo con el que fuimos a Granada. Se han ganado los cinco partidos y se ha hecho con una diferencia de alrededor de veinte puntos, así que parece que estamos en el buen camino», afirma tranquilo el español, horas antes de enfrentarse esta noche a Senegal (22.00 horas, Cuatro), primer rival de la selección en la segunda fase del Mundial.
«Estamos listos para afrontar la parte importante del campeonato. Es para esto por lo que llevamos un mes y medio luchando. No tenemos problemas físicos y todos atravesamos un buen momento de forma, así que no hay excusas». El aplomo con el que habla Pau va cargado de experiencia. Lejos de las dudas de otros campeonatos, en los que España comenzó de manera más irregular, la selección ha mostrado una efectividad máxima desde el principio en «su» Copa del Mundo. Es el mejor equipo defensivo del torneo –con apenas 62 puntos encajados por partido en la primera fase– y no ha tenido apenas fisuras en su juego.
Solo se le ha visto fuera de control en determinadas situaciones, con el rival empleándose con más intensidad de la permitida. Recurso que ha terminado siendo habitual y que Serbia llevó al extremo en el último partido de la primera fase. «No me preocupa la dureza de los otros equipos. Es más, me gusta. Es algo que tenemos que aceptar con madurez e intentar sobreponernos. Sabemos que puede ocurrir, pero estamos preparados para afrontarlo», reconoce Pau, ansioso por desterrar esa fama de blando que algunos quisieron colgarle en la NBA.
Un gigante en Senegal
Esta noche, Pau tendrá que medirse al mejor jugador del Mundial hasta el momento. Por números, al menos, Gorgui Dieng está al frente de todos ellos con sus 18 puntos y casi 12 rebotes por partido. El compañero de Ricky en los Timberwolves -pívot de 2,12 metros y apenas 24 años- es la estrella de Senegal, un equipo muy físico que gira en torno a él. «Ya nos enfrentamos a ellos en la preparación, así que los conocemos bien», apunta Gasol sobre su rival en octavos. «Ricky ya nos ha contado algunas cosas de Dieng, pero Senegal es más que él».
Se refiere Pau a N’Doye, un alero alto difícil de defender, y al lanzamiento exterior. Recursos escasos, pero que les han servido para plantarse en Madrid, donde España jugará de aquí al final del campeonato. «Esperamos un ambiente igual o mejor que en Granada. Eso nos ayudará a mejorar aún más y poder pensar en las medallas», apunta Gasol, feliz de nuevo. Listo para el gran reto del oro del Mundial.