La selección española viaja este mediodía a Madrid, donde a partir de mañana comenzará para ella la segunda fase de la Copa del Mundo. La dureza del calendario no le ha pasado factura a España, que ha solventado de manera brillante la ronda de grupos en la que se ha exhibido por momentos ante rivales de altura como Brasil o Francia. Aún así, es mañana cuando empieza lo importante. Un duelo de octavos de final ante Senegal, en el que la selección deberá mantener las virtudes que le han llevado hasta ahí y pulir los pequeños defectos que arrastra desde la gira de preparación.
Juego interior imparable: Pau, estrella del Mundial
Orenga ha sabido explotar el poderío en la pintura del equipo español. Los hermanos Gasol e Ibaka han formado un trío demoledor. Entre los tres han anotado casi la mitad de los puntos del equipo. En ataque, Pau es el más efectivo, con más de 20 puntos por encuentro y con una eficiencia al nivel de los mejores, mientras que en defensa es Ibaka el más determinante. El principal problema puede ser la fatiga ante la falta de recambios. Felipe Reyes, que comenzó el torneo con problemas físicos, apenas ha entrado en la rotación y la presencia de Claver en pista ha sido testimonial. De cara a los cruces, hará falta que Reyes vuelva a entrar en el equipo para dar aire a los tres pívots titulares.
La mejor defensa - Intensidad en todos los puestos
Es la joya de la corona. La mejor arma del equipo español en lo que llevamos de torneo. España ha sabido mantener a raya a sus rivales, como lo hizo también durante la gira de preparación. Entonces, la media de puntos encajados apenas superaba los 60, una cifra similar a la que ha acumulado en la primera fase del Mundial. En esa labor, además de Ibaka, han destacado hombres como Rudy Fernández, Llull o Ricky Rubio, lo que ha ayudado a que España sea una de las selecciones que más balones roba. Además, es el segundo que comete menos pérdidas, lo que limita los puntos de contragolpe de sus rivales. A pesar de estos números, Orenga y los jugadores siguen pidiendo más. «Podemos mejorar cosas y la defensa es una de ellas», apunta Ricky Rubio, insaciable.
El rol de los bases - Tres hombres para un solo puesto
Tener a tres de los mejores directores de juego del Mundial puede convertirse a veces en un problema. No lo ve así Orenga, que se afana en transformar en virtud lo que en cualquier otro equipo que no fuera la selección sería insostenible. «Cuando vienes aquí sabes que no vas a poder disfrutar de los mismos minutos que en tu equipo y te tienes que adaptar», asume Ricky Rubio, titular indiscutible para el técnico en lo que llevamos de torneo. Calderón, principal sacrificado, ha jugado mucho tiempo como escolta, aunque él se empeña en restar importancia al asunto. «No hay que darle demasiadas vueltas al tema. Somos muchos jugadores y pocos minutos, así que hay que repartirse», apunta. Sergio Rodríguez, tercero en la rotación, es el que menos minutos de los tres ha tenido en cancha, apenas 14 de media.
Mejorar la puntería - Mediocre porcentaje de triples
Fue el principal problema de la preparación y lo está siendo también en el Mundial. Es verdad que se ha mejorado, pero el 34 por ciento que señala la estadística en el acierto español desde el perímetro está aún lejos de los mejores. La mala racha de Calderón, uno de los más fiables del equipo, o Llull han arrastrado al resto del equipo. Rudy Fernández, Navarro o Pau Gasol son alguno de los que se salvan en esa faceta, un tanto abandonada por la selección, clave para el éxito cuando lleguen los partidos más complicados.