Brasil volvió a dejar muchas dudas en su segundo partido en el Mundial, donde arrancó un triste empate a cero contra México, que deja en el aire su clasificación para los octavos de final, además de poner en peligro la primera plaza del grupo A, de gran interés para España tras su derrota ante Holanda. Los pentacampeones del mundo pincharon ante la «Tricolor» en un partido de ocasiones por ambos lados pero de escasa calidad. Eso sí, Scolari, más allá de hacer autocrítica de otro mal encuentro de lo suyos, tiró de ironía y se quejó de un supuesto penalti a Marcelo al filo del minuto noventa que no merece ni siquiera ser cuestionado: «¿A Brasil ya no le van a pitar más penaltis?. ¿Dónde están los que todo critican?, ¡Hablen ahora!».
El sollozo de Felipao es un tanto vergonzoso. Sobre todo, con el precedente del partido inaugural tan reciente. La jugada de la que habla fue una internada del lateral izquierdo del Madrid que acabó en las manos de Ochoa y en Marcelo simulando un agarrón de Maza. Afortunadamente, para la limpieza del torneo, pitaba un colegiado serio: Cakir, y Nishimura ya está en Tokio de vacaciones. Poco avanzará Brasil en su juego si su seleccionador prefiere hablar de un penalti solo visto en su imaginación antes que analizar con detenimiento la pobreza de su equipo durante los noventa minutos.






