Paradojas de la política. Hace ahora un año la continuidad de Mariano Rajoy se encontraba en el alero por su segunda derrota electoral en unas elecciones generales y hoy los problemas están en el PSOE. Los socialistas sufrieron ayer su segundo fracaso en pocos meses —el uno de marzo perdió el Gobierno autonómico gallego a manos del PP—, y no es cualquier derrota: medio millón de votos y dos escaños a favor de los populares.

La dirección socialista empezó hace semanas a preparar a los suyos para lo que ha ocurrido, con el mensaje de que «hay partido», cuando casi todas las encuestas, menos la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y alguna otra, pronosticaban la derrota socialista. Anoche, desde primera hora y antes de conocerse los datos oficiales, fuentes de La Moncloa ya daban por bueno «dos eurodiputados abajo», es decir, que el PP ganaba. Hasta la secretaria de organización, Leire Pajín, sólo se atrevía a decir que el PSOE sería en estas elecciones «el primer partido socialista europeo». Como sea, hay que aparentar que la victoria de Mariano Rajoy, en unas europeas con un 55 por ciento de abstención, es sólo eso y no el cambio de ciclo que venía augurando el PP desde la precampaña. Pero lo cierto es que Rajoy ya puede decir que ha ganado a Zapatero en unas elecciones de ámbito nacional y, éste, a tenor de su frase el último día de campaña —«siento que me juego algo»—, deberá reflexionar sobre lo ocurrido, según señalaban anoche fuentes socialistas.

Por la mañana, al acudir a votar junto con su esposa, el presidente del Gobierno pidió una «alta participación» para hacer «una Europa más fuerte y más próspera». Por su parte, el candidato socialista al Parlamento europeo, Juan Fernando López Aguilar, hizo un llamamiento a los votantes para que acudieran a las urnas con el objetivo de que España no sea considerada una «sociedad euroescéptica».

Los dos se unieron en la sede de Ferraz al vicesecretario general, José Blanco, y a Pajín al filo de las siete de la tarde para seguir los resultados. Luego, nada más ver por TV la comparecencia de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, Pajín volvió a salir para felicitar al PP y recordar que los más de 526.000 votos que saca el PP al PSOE son fruto de lo mismo que les ha pasado a todos los gobiernos europeos: que han perdido por los efectos de la dura recesión. La «número tres» del PSOE resaltó que su partido está satisfecho por un resultado «razonablemente positivo» y que, como dijo en su comparecencia de las 20.00 horas, al cierre de los colegios electorales, el PSOE es el primer partido en votos y en escaños de todos los partidos socialistas del continente europeo. Pajín destacó que los socialistas españoles van a tener «un peso determinante» en el próximo Parlamento Europeo e insistió en que «estas han sido las primeras elecciones que se han celebrado en el contexto de una crisis económica. Evidentemente ese ha sido un tema clave y factor relevante del comportamiento de todos los ciudadanos de la UE. Todos los gobiernos han retrocedido».

Derrota de los pronósticos

Al PSOE le preocupa el ascenso de fuerzas de la extrema derecha en Europa, aunque no quiso, en este punto, ligar ese ascenso con el del PP. Simplemente dijo que «todos los pronósticos de derrota contundente han quedado desmentido» y eso confirma «una situación de equilibrio entre PP y PSOE. El electorado se inclina coyunturalmente por uno y otro. No supone cambio de ningún tipo», insistió.

Por su parte, el cabeza de lista de los socialistas, Juan fernando López Aguilar hizo hincapié en que «nadie puede hacer abstracción del impacto de esta crisis en tanta gente». López Aguilar, que telefoneó a Jaime Mayor Oreja para felicitarle por su victoria, señaló que los españoles han otorgado a su partido un margen de confianza que le permitirá operar en la Unión Europa como corresponde a una formación de clara vocación europeísta.

«Nadie puede hacer abstracción de esta crisis —insistió López Aguilar—, a toda esta gente, parados, etc, les decimos que nos hacemos cargo y que vamos a responder por ellos en Europa», decía López Aguilar a los cientos de simpatizantes que se habían ido congregando en la sede socialista de la calle Ferraz y cuyas caras se iban tornando «largas» a medida que los rumores de derrota se confirmaban con los datos que ofrecieron De la Vega y Rubalcaba desde el Palacio de Congresos. Ni José Luis Rodríguez Zapatero ni José Blanco comparecieron ante los medios de comunicación para valorar lo sucedido. Hoy acudirán a la reunión de la dirección socialista y allí se conocerá qué piensan del más de medio millón de votos con que el PP ha ganado. Anoche algunas fuentes señalaban a ABC que dos escaños de diferencia «no es tanto». Temían que una participación aún más baja en los comicios europeos hubiera desestabilizado aún más la legislatura. «Este resultado le permite a Rajoy sacar la cara y a nosotros también».