
Publicado
Viernes
, 06-11-09 a las 16
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La ciudad extremeña de Cáceres, declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1986, posee uno de los conjuntos monumentales más importantes del mundo.
Destaca su recinto amurallado. En él se encuentra el conjunto de arquitectura civil y religiosa más importante del Renacimiento español que se conserva todavía hoy en excelentes condiciones.
Su aljibe hipano-árabe, uno de los restos que ha pervivido de la alcazaba militar almohade y que aún conserva agua, también llama la atención del viajero, al igual que el convento de San Pablo, la ermita de la Paz, el palacio de Carvajal o el de los Golfines.
En Cáceres se puede visitar los restos de los primeros asentamientos humanos del Paleolítico Superior en la Cueva de Maltravieso, las ruinas del primer asentamiento romano en el campamento de Cáceres el Viejo, su barrio judío, palacios, casonas, iglesias y conventos que se suceden continuamente por sus callejuelas empedradas.
La cocina cacereña destaca por su consistencia y sencillez. Se trata de platos generados a base de la carne de cerdo y distinto derivados de la misma. Los embutidos son elaborados con tradicionales recetas caseras. Destacan el chorizo, el lomo, el salchichón, el chorizo blanco, la morcilla fresca o la patatera, aunque la pieza más apreciable es el jamón de pata negra. Tradicionales son tambien sus postres caseros, desde los de cuchara como los huevecillos, hasta los bollos de chicharrones, perrunillas, los repápalos de Torrejoncillo o las monumentales de Alcántara. Importantes son también sus vinos y como no, sus exquisitos quesos.

