Hace unas semanas, después del descalabro en la Copa ante el Alcorcón, a Manuel Pellegrini se le puso fecha de caducidad. El equipo arrastraba una pésima racha de resultados con las derrotas ante el Sevilla, el Milan y el mencionado bochorno copero y al técnico blanco se le fijó el 29-N como límite en el caso de que la situación no cambiara de forma radical. Con el horizonte en el clásico, Pellegrini ha salvado el cuello gracias a unos números inmaculados, al margen del estilo futbolístico. El Madrid es líder en la Liga y marcha primero en su grupo europeo después de los resultados de la última jornada.

En deuda con la afición

Pellegrini no esconde que anda «preocupado» con la forma de jugar de su equipo, confeccionado a base de millones para engrandecer la segunda galaxia de Florentino Pérez. De la terna de candidatos, Jorge Valdano se quedó con el chileno, que aterrizó en la Casa Blanca después de una etapa sensacional al mando del Villarreal. Dio el salto a un grande, pero su equipo todavía no juega como tal. «La deuda con la afición no se puede haber saldado desde el momento en que no estamos contentos», reconoció después de la discreta victoria ante el Zurich del pasado miércoles.

Pese a estar en el disparadero, le ensalza Pep Guardiola continuamente, caballero hasta con el enemigo más íntimo: «Es un técnico fantástico. Intuyo que es el mismo en Villarreal y Madrid, aunque no lo conozco personalmente. Su propuesta futbolística es muy buena y atractiva. La gente se piensa que es llegar y conseguir el triplete en octubre y eso no es así».

Saldo positivo

Pellegrini se examina de algún modo en el Camp Nou, un estadio que ya ha visitado varias ocasiones y del que ha arañado varios puntos. De hecho, éste será el undécimo enfrentamiento ante el Barcelona para el técnico chileno y el balance que presenta es bastante positivo. Ha ganado cuatro veces, ha perdido otras tantas y ha sumado dos empates, cifras nada despreciables y más si se tiene en cuenta que entrenaba al Villarreal, que está un escalón por debajo de los aspirantes al título de Liga.

Se estrenó con el Barcelona a lo grande, con una goleada al equipo de Frank Rijkaard del todo inesperada. La trituradora azulgrana, en el curso en el que obtuvo la primera Liga con el holandés, llegó de las vacaciones de invierno a El Madrigal y se llevó un 3-0 contundente. En la penúltima jornada, y con el Barcelona ya campeón, el equipo amarillo empató en el Camp Nou con tres goles del uruguayo Diego Forlán, que servirían para arrebatar el título de máximo goleador a Samuel EtoŽo, indignado por la actuación de Oleguer en ese encuentro.

De hecho, Frank Rijkaard siempre tuvo a Pellegrini como a una de sus bestias negras. El Villarreal fue, junto al Zaragoza, el equipo que más contradijo los métodos del holandés, excelentes hasta que la inercia de la autocomplacencia se apoderó de ese vestuario. El actual entrenador del Madrid le ganó cuatro veces la partida a ese Barcelona por un empate y tres derrotas.

Dos partidos contra Pep

Con Guardiola sólo se ha visto las caras en dos ocasiones, pues el actual técnico azulgrana debutó el año pasado en el fútbol de primer nivel. El Barça ganó en El Madrigal en la primera vuelta en un partido que tuvo que remontar gracias a los tantos de Keita y Henry y en la segunda, con el alirón en juego, el Villarreal le aguó la fiesta a los catalanes con un empate en el último suspiro que obligó a aplazar la fiesta de Canaletas a una semana más tarde. El Barcelona ganaba 3-1 y acabó el choque 3-3.