El líder de la oposición ha dado seis recetas claras al presidente del Gobierno para superar la crisis, algo que en su opinión no conseguirá este Ejecutivo «aunque tenga mayoría parlamentaria»
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Miércoles
, 10-02-10 a las 18
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Vuelta a los plenos de control y regreso a los diagnósticos del presidente del Gobierno, que esta mañana ha vuelto a dar muestra de que su optimismo antropológico está en plena forma. Ni los cuatro millones de parados, ni los 258.000 afiliados menos a la Seguridad Social en enero ni el descrédito internacional han rebajado una décima ese optimismo del Palacio de La Moncloa. «La economía no está hoy peor que hace seis meses», ha proclamado pocos minutos después de las 9.00 horas José Luis Rodríguez Zapatero, ante la sorpresa de propios y extraños. Zapatero contestaba al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien le preguntó por sus últimas propuestas sobre el sistema de pensiones y si pretende reformularlo «con consenso».
Zapatero ha reiterado que su Gobierno tiene voluntad de consenso, porque desea «que dentro de 20 ó 25 años tengamos la misma fortaleza en el sistema y mejores pensiones». Añadió que el Ejecutivo «promueve el máximo diálogo en política económica», y eso después de decir hace pocas semanas que no ve posible un pacto económico con el PP por las diferencias ideológicas. El presidente del Gobierno ha dado por hecho que sí se llevará la propuesta al Pacto de Estado, si bien, «a requerimiento de esta Cámara» -ha dicho- el Gobierno ideó un documento para reconsiderar esta cuestión.
Sin embargo, ha rechazado las afirmaciones de CiU señalando, rotundo: «La economía hoy no está peor que hace seis meses. No es así, señor Durán i Lleida».
Zapatero ha reiterado que su Gobierno tiene voluntad de consenso, porque desea «que dentro de 20 ó 25 años tengamos la misma fortaleza en el sistema y mejores pensiones». Añadió que el Ejecutivo «promueve el máximo diálogo en política económica», y eso después de decir hace pocas semanas que no ve posible un pacto económico con el PP por las diferencias ideológicas. El presidente del Gobierno ha dado por hecho que sí se llevará la propuesta al Pacto de Estado, si bien, «a requerimiento de esta Cámara» -ha dicho- el Gobierno ideó un documento para reconsiderar esta cuestión.
Sin embargo, ha rechazado las afirmaciones de CiU señalando, rotundo: «La economía hoy no está peor que hace seis meses. No es así, señor Durán i Lleida».
Vuelta al debate crispado entre «primeros y segundos espadas»Y, por fin, tras 48 días de descanso parlamentario, se ha podido ver en la Cámara Baja el primer encontronazo Rajoy-Zapatero como preludio del gran debate económico del próximo 17 de febrero, que versará sobre la mala situación económica enquistada en España. El presidente del PP ha dedicado a la economía su primera pregunta del año al presidente del Gobierno, como viene siendo la tónica habitual esta legislatura.«¿Cree que su política económica es útil?», le ha preguntado. Zapatero ha insistido en que la economía mundial vive la crisis más grave en 80 años. «Lo sabe, pero lo quiere ignorar», le espetó a Rajoy. «España ha luchado con todos sus instrumentos por conseguir un modelo productivo más renovador, por mantener la protección social y nuestro país está a punto de salir de la recesión», tras perder sólo un punto en el cuarto trimestre de 2009. «Espero que el sentido de la responsabilidad también esté en su lenguaje económico», ha instado el presidente del Ejecutivo a su rival político.
Pero Rajoy no se ha achantado un milímetro y le ha dicho que ser responsable, para el jefe de la oposición, es «decirle al presidente del Gobierno qué está pasando» y «en qué está fallando». Así, ha glosado, una tras otra, los últimos despropósitos económicos, incluida la gira de Elena Salgado por Europa para convencer a otros países de que nuestro país goza de buen estado financiero. El presidente del PP pasó al ataque: «Usted no hace nada, y ahora, acuciado por los mercados, hace anuncios que generan más desconcierto, incertidumbres y desconfiaza. La credibilidad de su gobierno está bajo mínimos». Rajoy le puso varias tareas al presidente del Gobierno, a la postre recetas económicas que aplicaría el PP si estuviese en los sillones azules del Congreso: «En primer lugar, decir la verdad aquí y fuera. 2. Hacer lo que se dice. 3. No cambiar de criterio cada media hora. 4. No improvisar. 5. Presentar un plan económico serio, creíble y que no cambie cada media hora. 6. Fijar prioridades, que en este momento pasan por reducir el déficit y la deuda pública, hacer que vuelva el crédito y reestructura el sistema financiero, pero ste Gobierno no será capaz de salir de la crisis aunque goce de mayoría parlamentaria en esta Cámara. La credibilidad de su gobierno está bajo mínimos». La salva de aplausos de la bancada popular ha roto, de un plumazo, el mes y medio sin actividad dentro del hemiciclo.
Pero Rajoy no se ha achantado un milímetro y le ha dicho que ser responsable, para el jefe de la oposición, es «decirle al presidente del Gobierno qué está pasando» y «en qué está fallando». Así, ha glosado, una tras otra, los últimos despropósitos económicos, incluida la gira de Elena Salgado por Europa para convencer a otros países de que nuestro país goza de buen estado financiero. El presidente del PP pasó al ataque: «Usted no hace nada, y ahora, acuciado por los mercados, hace anuncios que generan más desconcierto, incertidumbres y desconfiaza. La credibilidad de su gobierno está bajo mínimos». Rajoy le puso varias tareas al presidente del Gobierno, a la postre recetas económicas que aplicaría el PP si estuviese en los sillones azules del Congreso: «En primer lugar, decir la verdad aquí y fuera. 2. Hacer lo que se dice. 3. No cambiar de criterio cada media hora. 4. No improvisar. 5. Presentar un plan económico serio, creíble y que no cambie cada media hora. 6. Fijar prioridades, que en este momento pasan por reducir el déficit y la deuda pública, hacer que vuelva el crédito y reestructura el sistema financiero, pero ste Gobierno no será capaz de salir de la crisis aunque goce de mayoría parlamentaria en esta Cámara. La credibilidad de su gobierno está bajo mínimos». La salva de aplausos de la bancada popular ha roto, de un plumazo, el mes y medio sin actividad dentro del hemiciclo.
Zapatero aseguró que la deuda hoy en España es inferior a cuando el PP estaba en el Gobierno. «Hoy emitir deuda a 10 años cuesta menos que el 8 de febrero de 2004». El PP se ha apresurado a decir que la deuda en 2004 era el 48,7 por ciento del PIB, frente al 55,2 por ciento en 2009.
Con mayor dureza han vuelto a esta primera sesión de control los nacionalistas vascos. Josu Erkoreka ha interrogado al presidente del Gobierno sobre la transferencia activa de las políticas de empleo a la Comunidad Autónoma vasca. El mandatario socialista le ha dado plazo: la semana que viene conocerán el contenido de esa transferencia competencial. Erkoreka le ha dicho a Zapatero que no aceptarán un autogobierno vasco «mutilado».
De la Vega se enfurruña contra Sáenz de Santamaría El presidente del Gobierno ha abandonado la Cámara y no ha presenciado el agrio debate que ha seguido a su intervención. Las mujeres fuertes de los dos partidos, María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría, han protagonizado un rifirrafe mucho más enconado que el que ha encarado a los máximos dirigentes.
De la Vega se enfurruña contra Sáenz de Santamaría El presidente del Gobierno ha abandonado la Cámara y no ha presenciado el agrio debate que ha seguido a su intervención. Las mujeres fuertes de los dos partidos, María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría, han protagonizado un rifirrafe mucho más enconado que el que ha encarado a los máximos dirigentes.
La portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, ha estrenado también el año fsoltándole a De la Vega: «Han pasado del síndrome de Davos a tener manía persecutoria». La interlocutora replicó que «pase lo que pase, el PP sigue a lo suyo, intentando sacar tajada electoral».
Sáenz de Santamaría ha «alarmado» al Gobierno por la coyuntura económica y ha cargado las tintas contra la «insolvencia» del actual equipo económico. La «número dos» del Gobierno, la vicepresidenta primera, no obstante, se ha enfurruñado y ha espetado a los populares que «sus argumentos son de quita y pon o de pon y pon». «Hay que ver lo poco que le importa usted a su país», ha acusado la portavoz de la Presidencia del Gobierno. Para la vicepresidenta primera, la impronta de Ejecutivo popular es «el intento de privatizar las pensiones», incidiendo en un mensaje que molesta especialmente a la oposición. El Pacto de Toledo se esfumó ayer en un minuto. Pero en estos minidebates todo parece valer.
Sáenz de Santamaría ha «alarmado» al Gobierno por la coyuntura económica y ha cargado las tintas contra la «insolvencia» del actual equipo económico. La «número dos» del Gobierno, la vicepresidenta primera, no obstante, se ha enfurruñado y ha espetado a los populares que «sus argumentos son de quita y pon o de pon y pon». «Hay que ver lo poco que le importa usted a su país», ha acusado la portavoz de la Presidencia del Gobierno. Para la vicepresidenta primera, la impronta de Ejecutivo popular es «el intento de privatizar las pensiones», incidiendo en un mensaje que molesta especialmente a la oposición. El Pacto de Toledo se esfumó ayer en un minuto. Pero en estos minidebates todo parece valer.


