El Real Madrid hizo lo justo para asegurar el clímax
Higuaín sentenció con el 0-2
RacingReal Madrid
02
Racing de Santander: Coltorti; Pinillos, Moratón, Torrejón, Christian: Arana (Lacen, min 82), Colsa, Diop, Munitis (Serrano, min 68); Canales y Tchité (Bolado, min 68).
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Albiol, Metzelder, Marcelo; Granero (Guti, min 60), Diarra, Gago, Van der Vaart (Raúl, min 73); Ronaldo e Higuaín (Marcos, min 89).
Gol: 0-1, min 23. Ronaldo, de penalti. 0-2, min 76. Higuaín.
Árbitro: Carlos Delgado Ferreiro (comité vasco). Mostró cartulinas amarillas a Albiol por el Real Madrid y a Moratón, Torrejón y Diop por el Racing.
Incidencias: Partido de la trigésima jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero (lleno).
El Madrid hizo en Santander lo necesario para que la Liga alcance su clímax el próximo sábado en el momento convenido, cuando reciba al Barcelona con empate a puntos y el destino en las propias manos de unos u otros. En eso consiste, según es fama, la clave de los héroes. Para esperar que en esa cita el Madrid se atraiga el título convendrá fijarse en su trayectoria, no en su paso por El Sardinero, donde se aupó lo justo sobre la vulgaridad del partido para consolidar su posición dominante.
El juego no llegó a desatarse nunca. Fue casi siempre insustancial, una baratija manoseada entre los lujos del Madrid y el carácter jornalero del Racing. Contra el excesivo número de faltas del Racing el Madrid no acertó a presentar argumentos brillantes, ni a solas ni en grupo, pero su peso específico y un par de destellos de calidad decidieron el resultado. La musa frotó la bota de Cristiano en el primer tiempo y la de Guti en el segundo, y ese fue su trabajo, parco pero suficiente. En la filas del Racing no se dignó comparecer, aunque la invocaba Canales.
Canales, frente a su futuro equipo, se insinuó al principio como el faro cántabro. Asociado a Munitis, trazó en en dos o tres jugadas esa estética exclusiva de los zurdos de gran estilo, pero sus señales luminosas no prosperaron. Él tuvo, en todo caso, la única oportunidad de gol del Racing. Fue en el minuto 16, cuando un despeje de Casillas ante Tchité le dejó el balón propicio para una vaselina lejana con la derecha. Su tiro parabólico aireó el poste.
El Madrid no le consintió nada más al Racing. En el duelo, trabado y feo, afloró poco a poco la superioridad del Madrid, armada sobre una defensa ordenada, segura, Metzelder incluido, y afianzada con la pareja Gago-Diarra.
Ninguno de los dos tiene buena prensa, pero ayer hicieron algo para suavizar la balanza. No solo sostuvieron al Madrid, sino que en el tramo final, émulos de un Guti ya presente en lugar del anodino Granero, se animaron con varios pases a la altura de un titular del Madrid y algún otro toque selecto. Gago cerró su peonada con un robo de balón que se convirtió en el pase profundo de Guti a Higuaín para el 0-2 (m. 76).
Fue la fase más convincente del Madrid, que pese a su mando natural no podía descartar un susto en algún accidente. La necesidad del Racing de buscar el empate y la entrada de Guti dieron al Madrid más posesión para elaborar o más espacio para la contra. El 0-1 ya fue producto de un contraataque. El Racing, mal ensamblado, permitía que la pelota llegara suelta a veces a Cristiano, que en el minuto 22 le montó por una vez un regate rotundo a Moratón. Penalti y gol del mismo CR.
Un tiro alto de Higuaín a pase de Cristiano (m. 13) y otra situación igual, pero a la viceversa (86), fueron otras ocasiones. Sumemos un tiro de Guti al larguero (80) y tenemos el ensayo de la artillería blanca en vísperas del Madrid-Barça. Los datos se completan con una parada de Coltorti en mal despeje de Diop (m. 2), una efusión de sangre en el pómulo de Van der Vaart por un golpe del ardoroso Diop y el debut visto y no visto de Marcos Alonso en el Madrid, que vela ya en espera del partido menos importante del curso, según Guardiola.

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