Los trabajadores de Emacsa y Sadeco tienen asegurada una desahogada situación económica cuando se jubilen. Ambas empresas municipales disponen de planes privados de pensiones que se sufragan con cargo al presupuesto público y que juegan Bolsa con el fin de lograr una mayor rentabilidad. En el caso de la firma que abastece de agua a la ciudad, el fondo, que se constituyó en 1992, alcanza cifras astronómicas: 16,16 millones de euros, a finales del pasado año, según informaron fuentes de la empresa.
El plan privado que tienen suscrita la sociedad municipal de limpieza y gestión de residuos es posterior. Esta fórmula de retribución en especie se remonta a 1995 y cuenta ya con unos 3,5 millones de euros. El capital está depositado en un fondo de inversión de renta variable que se nutre de las aportaciones que cada año realiza Sadeco a través de sus presupuestos.
La Gerencia Municipal de Urbanismo también paga un plan de pensiones a sus 179 trabajadores, incluyendo a los funcionarios y personal laboral. Y cuenta con otro específico para sus directivos, cuyas aportaciones no se detallan en los presupuestos.
En este caso, al tratarse de una Administración pública y no de una sociedad anónima municipal, existen una serie de restricciones.
Hay un límite en este tipo de retribuciones diferidas, que viene marcado por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Según indicaron abogados consultados por ABC, todo el beneficio debe redundar en los trabajadores, es decir, la empresa no puede obtener ningún lucro con la gestión del fondo.
En el caso de Emacsa, lo más llamativo es la cuantía acumulada a lo largo de los 18 años que lleva vigente el plan suscrito con la entidad BBVA. Los más de 16 millones depositados por esta empresa en productos financieros equivalen al 90 de los gastos que dedica cada año a pagar las nóminas y contrataciones de su personal (17,95 millones). De hecho, el desembolso medio por trabajador en Emacsa es el más alto de todas las
sociedades municipales: 78.397 euros.
Composición del fondo
Respecto al destino del plan, el 20,99 por ciento del mismo está depositado en un fondo de renta variable, repartido entre diversos sectores (eléctricas, telecomunicaciones, gas y productos financieros). El resto, en uno de renta fija, al margen de los vaivenes especulativos de la Bolsa.
Para recibir el cien por cien de la pensión privada se exige a los trabajadores que lleven al menos 35 años ligados a la empresa. Asimismo, se establecen unos tramos a partir del salario para determinar la paga a la que tendrán derecho cuando se jubilen. Así, por ejemplo, por debajo de los 38.000 euros al año, la pensión que percibirán asciende al 31 por ciento de su salario pensionable. Los que ganan 38.000 y 49.000 euros al año cobrarán el 29%, y por encima de esta cantidad, el 27%.
Estas retribuciones, complementarias al sueldo, vienen recogidas en los convenios colectivos de ambas empresas municipales. La plantilla del Ayuntamiento, en cambio, no dispone de ningún plan de pensiones.
