La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Córdoba ha llevado durante las dos últimas décadas un rostro de portavocía y liderazgo asociado: el de María Luisa Cobos. Tras un largo período en su presidencia, Cobos ha dejado paso a Auxiliadora Cabanás, médica de familia y persona comprometida con la entrega a los demás. Su conocimiento del mundo profesional sanitario y del movimiento asociativo contra el cáncer le dan herramientas para afrontar la presidencia de una red formada por 7.000 socios y más de 700 voluntarios en la provincia.

—¿Por qué decidió presentarse a este puesto?

—En primer lugar por una instancia solidaria que tenemos todos los humanos y que venía satisfaciendo con viajes de cooperación a países necesitados. Pero a raíz de que mi marido pasara un proceso oncológico, no estaba dispuesta a irme tanto tiempo fuera de casa, de modo que quería satisfacer esa entrega de otra manera. Por otra parte, tengo una gran vinculación con esta asociación porque he visto a muchos pacientes y familiares pasar por esta enfermedad, curaciones y muertes, y es algo que te impresiona para siempre. Así que llego con la ilusión de poder ayudar a todas las personas que tengan esta enfermedad.

—¿Qué cambios o intenciones lleva a la institución?

—Me he encontrado con una asociación que está en muy buena situación y creo que hemos elegido una junta directiva de forma conciencida con gente que se va a implicar, va a innovar y la va ahacer crecer. Tenemos desde médicos de familia y oncólogos, pasando por una profesora de la Universidad de Córdoba y también se incorporarán algunos presidentes de las juntas locales porque me parece fundamental su aportación y su conesión más directa con nosotros. Creo que además nos va a beneficiar la relación tan estrecha que mantenemos con el Sistema Andaluz de Salud, fundamental para seguir siendo una entidad pionera en avances de tratamiento.

—¿El principal reto?

—Mi primer objetivo es crecer y el segundo lograr la implicación de gran parte de la sociedad, llegar a los puntos más lejanos y olvidados. Me he encontrado con gente que desconoce nuestros servicios o que piensa que no tiene lugar aquí. Queremos convertirnos en una asociación para todas las personas.

—La investigación es la mayor esperanza, ¿podemos estar satisfechos con el apoyo que se presta actualmente a esta labor?

—Pienso que en España es insuficiente el apoyo que tienen los investigadores. Precisamente tengo una sobrina que se volvió de Estados Unidos para participar en un proyecto aquí y ahora su puesto de trabajo está en duda. Desde la asociación sí que hacemos grandes esfuerzos por colaborar en este sentido. Damos una beca por tres años para investigación y damos el 18 por ciento de los ingresos brutos de las juntas locales a la fundación científica.

—¿Qué significa ela AECC para una persona con cáncer y su familia?

—Sé por comentarios que esta asociación es un puntal importante para enfermos y sus familias porque lo que tratamos de conseguir es enriquecerles. Ya sea con el apoyo psicológico, con la intervención de los fisios o prestándoles alojamiento en los pisos para seguir el tratamiento. La asociación se crece con esas relaciones.