Córdoba

Córdoba

Noches en blanco y negro

A partir de la década de los 20 comenzaron a proliferar por todos los barrios estas salas de proyección al aire libre, registrándose hasta 55 cines, de los que algunos aún siguen en uso

Día 15/08/2010
Con mucho cariño y una pizca de guasa recuerdan los cordobeses el Cine Hollywood creado en 1955 en los Olivos Borrachos. Este cine, tal y como recuerdan los jóvenes de la época, fue rebautizado como el cine «Los Olivús Borrachos». Y no fue el único, ya que en la década de los 50 se llegaron a crear hasta una veintena de nuevas salas de proyección en los distintos barrios de la capital, que vinieron a sumarse a las que ya existían.
La primera noticia que se tiene sobre la proyección de películas en cines de verano data de 1920, aunque ya en 1917 existía el Cine Victoria, en los jardines del Paseo de La Victoria. Además, también hay datos que indican que la primera proyección pública de una película fue en 1914 en los jardines de la Agricultura.
Lo que sí está más que comprobado es que fue en la década de los 20 cuando comenzaron a expandirse por toda la ciudad estas salas de proyección, hasta el punto de que, a lo largo de los años, llegaron a abrir hasta 55 cines de verano en la capital. De estos, aún se conservan el Olimpia, el Coliseo de San Andrés, Delicias, Fuenseca y Plaza de Toros.
Estos cines fueron una válvula de escape para las familias cordobesas, que tenían en estas salas casi la única oferta de ocio veraniego y la posibilidad de poder pasar una velada agradable, al aire libre, para mitigar el calor de aquellos días.
Los cines cobraban una entrada, casi simbólica, y dentro se vendían consumiciones y aperitivos. En la posguerra, en vista de la difícil situación por la que atravesaban las familias cordobesas, se cuenta que llegaron a solicitar al Ayuntamiento que pusiera más bajas las paredes del cine que había en la Puerta de Gallegos para que el público en general pudiese disfrutar de las películas de forma gratuita.
Los jóvenes de las décadas de los 50 y 60, que coincidieron con el boom de los cines de verano, recuerdan que en cada barrio había dos o tres salas. Una película se proyectaba durante un mes en un mismo cine, por lo que «lo que hacíamos era ir recorriendo los distintos cines de la ciudad hasta verlas todas», según recuerda Rafael Sánchez. «Entonces no había cartelera ni sabíamos de qué iba la película a no ser que un amigo la hubiera visto y te lo contase», señala.
Aurelio Lucena recuerda que en verano, «para los recién casados era una forma fantástica de pasar las noches». Explica que «por 50 céntimos podías ver dos películas, una seguida de otra». Recuerda con nostalgia el olor a tierra mojada, ya que se regaban las salas para mantenerlas más frescas, y el ruido de la gente consumiendo pipas. «Te las podías llevar de casa, o incluso un bocadillo», señala.
Antonio Arjona aún recuerda la primera vez que fue a un cine de verano. Y la película que vio. «Era “La mano que aprieta”, que fue con la que se inauguró el cine Avenida, de la calle Fleming».
Arjona recuerda que las películas de entonces «eran de indios, de Can-tinflas y había mucho cine mudo». «Y, de vez en cuando, había alguna buena de Ava Gadner», reconoce.
Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:
Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.