Si la crisis ha roto estadísticas que se pensaban imbatibles, el sector cinegético no iba a pasar de perfil por este huracán. El estreno de la temporada de caza mayor en la provincia se hace bajo unos nubarrones preocupantes para un sector que mueve un volumen de negocio de unos 910 millones de euros, según datos facilitados por la patronal agraria Asaja que coinciden con los ofrecidos por la Consejería de Medio Ambiente. La «industria» de la caza representa aproximadamente una cuarta parte de la andaluza por lo que un parón se haría notar.
La última veda de caza se abatieron menos gamos
La primera impresión es que la espesura con la que se mueve el dinero también ha encasquillado las escopetas. De esa opinión es el ingeniero de Montes de Asaja-Córdoba, Tomás Jurado, quien afirma a este periódico que lo más destacado de esta temporada va a ser el descenso en el número de monterías, en especial las que tienen un caché medio-bajo.
8.700 rehalas
Los datos de las dos últimas temporada apuntan, al menos, hacia una ralentización. Si en la temporada 2008/2009 se vendieron 32.120 puestos, en la última fueron algo más de 36.000. Lo mismo sucede con las rehalas contradas. Aquí sí se aprecia ese parón que se espera para esta veda que acaba de estrenarse. Según los datos facilitados por Asaja, en la veda de 2008/2009 intervinieron rehalas de perros hasta en 8.065 ocasiones y en la última temporada unas 700 más.
La Consejería de Medio Ambiente de Córdoba registró 13.056 ciervos abatidos en 2008/2009 y 14.700 en la siguiente; 6.286 jabalíes frente a 6.445; 787 gamos contra 754 de la última y 381 muflones mientras que en la última veda se abatieron 473. Cifras que a tenor de la evolución de la venta de puestos en la veda de 2009/2010 habrán descendido sin que en la presente se atisbe un punto de inflexión.
Córdoba genera una cuarta parte de la actividad cinegética en Andalucía
La crisis de la que habla Jurado «se notará más en la típica batida de cochinos». No obstante, es de esperar que haya más subastas de puestos a un precio bajo que alto, teniendo en cuenta que puede oscilar entre los 250 y 1.000 euros. Claro que la actividad económica no sólo se genera cuando se levanta la veda, sino en el momento de renovar las licencias; en el suministro de alimento para los animales meses antes o incluso en la contratación de los guardas de las fincas.
Según una encuesta de la Federación Española de Caza, cada practicante gasta una media de cincuenta euros por temporada en ropa y accesorios. En concepto de armas y municiones la veda mueve un total de 185 millones de euros, según los datos de gestizaza.com, a lo que hay que añadir el combustible empleado en los desplazamiento.
La industria de la caza da trabajo a unas 1.200 personas
Según las mismas fuentes, en los últimos años se ha generalizado una modalidad de caza diseñada según los gustos, preferencias y nivel económico del cliente y su organización puede costar más de seis mil euros al empresario de la finca. Para deportistas de alto nivel adquisitivo, se diseñan las cacerías de lujo. Una jornada de ojeo de perdiz puede superar aquí los tres mil euros, mientras que una montería de ciervo y jabalí ronda el doble.
Otro efecto importante en la reducción de monterías se produce en el mercado laboral. Gesticaza asegura que los sueldos en la provincia oscilan en torno a 9 millones de euros. Según Tomás Jurado, puede haber unos 1.200 puestos de trabajo fijos, además de muchos eventuales que se firman por temporada.
