La Audiencia Provincial de Córdoba celebrará la próxima semana el juicio contra dos hermanos que se dedicaban a extorsionar a empresarios de Córdoba y Málaga a los que exigían el pago de un supuesto impuesto revolucionario asegurando que eran miembros de la banda terrorista ETA. Fueron catorce los industriales a los que los procesados, que son hermanos, presionaron para que les pagasen bajo amenazas, si bien no todos cedieron al chantaje.
Según el escrito del Ministerio Público, que solicita una pena total de más de 45 años de prisión, los acusados contactaron con los empresarios entre julio y septiembre de 2008. El «modus operandi» era siempre el mismo. Contactaban por teléfono con sus víctimas y las amenazaban con quemarles sus propiedades o hacer daño a sus familiares. Al final, sólo consiguieron recaudar 17.200 euros.
Así, proferían frases como «soy Josu Ternera y le llamo para pedirle una colaboración con el movimiento. Sabemos que eres empresario, que te llamas ... y que tienes un taller, familia y un hijo. Si no quieres ver a tu hijo en una caja de pino debes hacer lo que te diga».
Entre los casos que recoge el fiscal en su escrito de acusación se encuentra el de una una empresaria de Rute, a la que los dos acusados le solicitaron dinero y advirtieron que en caso de no atender a sus peticiones, le quemarían sus camiones y naves. A pesar de que esta industrial no entregó cantidad alguna, otro empresario de Córdoba al que amenazaron diciéndole con acento árabe «lo que nosotros comenzamos lo acabamos» pagó 3.000 euros.
En otra llamada, en esta ocasión a través del servicio telefónico 11888, los dos acusados se pusieron en contacto con el puesto de la Guardia Civil de Rute anunciando la colocación de un coche bomba en sus dependencias.
Otro industrial con el que los procesados utilizaron las mismas amenazas también claudicó y les entregó 3.000 euros.
Más elevada fue la cuantía que les dio otro de las víctimas, que dejó 6.000 euros en una papelera del Hospital Parque San Antonio. Según el escrito del fiscal, este empresario se encontraba aterrado después de que los dos acusados le solicitaran «colaboración para Euskalerría» y, en caso de negarse, le amenazaran con secuestrar a su nieto.
El arresto de los dos encausados se produjo gracias a la denuncia e un empresario de Nerja. En el momento en el que estaba interponiendo la denuncia los acusados volvieron a llamar, pero en esta ocasión cogió el teléfono uno de los agentes que se hizo pasar por el hijo de la víctima y con el que concretaron una cita para hacer entrega del dinero solicitado.
Hasta el lugar acordado se desplazó un dispositivo de la Guardia Civil y cuando los agentes dieron el alto a los procesados, estos se dieron a la fuga a gran velocidad y, a continuación, se bajaron del vehículo para seguir la huida a pie, en las cuevas de Nerja.
Finalmente, los dos sospechosos fueron detenidos y puestos a disposición del juez.
