El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Los Pedroches se reunió ayer con los representantes de la Junta de Andalucía para darles a conocer su visión sobre la reforma de la norma de calidad del ibérico. El encuentro se produjo después de que Ana María Romero, directora general de Industrias y Calidad Agroalimentaria, visitase las instalaciones de Covap en Pozoblanco.
Las casas jamoneras de Los Pedroches exigieron que la nueva norma de calidad sólo reconozca como ibéricos a aquellos jamones que procedan de cerdos que sean de sangre pura, que estén criados en la dehesa y cebados con bellota. «La normativa estaba pensada para defender la dehesa y no lo está consiguiendo. Lo que se ha logrado favorecer es la crianza de cerdos con pienso en una granja y no la ganadería extensiva y el producto ibérico cien por cien», aseguró Juan Luis Ortiz, secretario general de la Denominación de Los Pedroches.
«Un cerdo cruzado que es ibérico al 50 por ciento no puede englobarse con los que lo son al cien por cien, debe haber una diferencia que ahora no existe. Se debe mirar por el consumidor, ya que en muchas ocasiones está comprando un jamón que no es ibérico y se lo están vendiendo como tal. El consumidor debe estar informado para que no se le engañe», añadió Juan Luis Ortiz tras la reunión con los representantes de la Junta.
Además desde el Consejo se quejan de la mala utilización que se hace de la imagen de la dehesa. «No se puede utilizar la dehesa para vender todos los productos. En el mercado sólo el 9 por ciento del jamón es puro de bellota y se ha criado en la dehesa. Por el contrario, más del 80 por ciento es ibérico mezclado con otra raza de cerdo, pero utilizan la imagen de la dehesa para salir al mercado, aunque haya sido criado en un cebadero con pienso», concluyó Ortiz.
El Consejo Regulador instó a los emisarios de la Junta a legislar sobre este tema. «Nos dicen que debe ser el sector quien se ponga de acuerdo. Pero el sector está mezclado y es imposible ponerse de acuerdo. Es la Junta la que debe hacer una ley que proteja al ibérico puro, que lo diferencie del que está mezclado con otra raza de cerdos y que rompa esa ligazón que hay entre productos para diferenciar al ibérico puro del resto», dijo.
«El consumidor cuando ve un pieza de jamón no asocia el cerdo a una granja y por eso debe ser informado de qué piezas provienen de un cebadero y de cuáles han salido de la dehesa. Debe haber jamones para todos los clientes, pero no es lo mismo un jamón ibérico puro de 400 euros, que uno mezclado de 90 euros. Esa diferencia debe verse desde el etiquetado para que el consumidor sepa por qué existe esa diferencia en el precio», concluyó el portavoz del Consejo.



