ARCHIVOOriol pelea un balón con un jugador del Alcorcón
ARCHIVOOriol pelea un balón con un jugador del Alcorcón
Decir que la visita del Córdoba a la Ciudad Deportiva del Villarreal entraña mucho riesgo puede resultar muy exagerado. Pero lo cierto es que muchos factores externos exponen al conjunto blanquiverde a un peligro muy singular. El equipo amarillo, independientemente de su primera o segunda versión, representa uno de esos adversarios que en los últimos le ha endosado severas goleadas.
Concretamente, en 1999 casi certificó su ascenso a Primera División en El Arcángel ganando 1-4, mientras que el año pasado le endosó otros tantos a los blanquiverdes cuando efectuaron su primera visita oficial al filial. Además, estos correctivos guardan en común la presencia en unos ciclos negativos de resultados.
Por ejemplo, aquel 2-4 en plena Feria de Córdoba, supuso el cierre a una cupo de derrotas dolorosas que le infligieron al bisoño equipo que dirigía Escalante en Segunda después de 17 temporadas de ausencia.
En aquel curso, con un equipo acorde a las circunstancias a la adaptación en la categoría, el cuadro blanquiverde se vio doblegado en cuatro ocasiones recibiendo cuatro goles. Por lo tanto, ahí firmó una de sus series más negativas de los últimos tiempos. Ésta empezó con un 1-4 ante el Lleida en un partido en el que los blanquiverdes perdieron ante un rival que perdió a los dos porteros y que obligó al central serbio Milosevic a enfundarse los guantes. Una semana después, el lanzado Salamanca, entrenado por García Remón, le hizo cuatro en El Helmántico, si bien no terminó subiendo. Cuando parecía asentado, en el tramo final el Badajoz, con un colosal Sabino, y un imperial Villarreal volvieron a marcarle en casa otros cuatro goles.
Ahora, el Córdoba tiene el riesgo de repetir aquel hito, puesto que esta campaña se ha visto superado por el Rayo, el Barcelona B y el Alcorcón, que le han endosado esa cifra de goles en los partidos correspondientes a la segunda vuelta.
Pero lo más curioso es que este sábado vuelve a un campo donde el Córdoba recibió cuatro goles bajo la supervisión de Alcaraz. El preparador granadino matizaba ayer que «puestos a encontrar explicaciones, tanto con el Villarreal B como con el Barcelona B jugamos después de menos de tres días». Aun así, aclaró que «lo del Barcelona es distinto. Actualmente, en sus últimos partidos nos ha hecho cuatro goles a nosotros y a muchos más. Eso sí, nosotros le ganamos el partido que se disputó aquí».
Por lo tanto, Alcaraz sabe que volverá a exponerse a una mala racha, si bien es cierto que sabe salir airoso de las mismas cada vez que éstas se le han cruzado en el camino. La última, por ejemplo, fue en Tenerife cuando podía encadenar su cuarta derrota consecutiva en calidad de patrón blanquiverde. Por el momento, no ha pasado, por lo que todo quedó archivado en las carpetas de datos.
Por cierto, se da la circunstancia de que el Córdoba, siempre que se enfrenta a un equipo entrenado por Javi Gracia termina en empate. De ser así, el factor de riesgo del cuatro quedaría emplazado, por lo menos, hasta la siguiente semana.
