El alcalde de Pozoblanco, Baldomero García, ha respondido a las acusaciones y amenazas de la constructora El Ochavo sobre el retraso en el pago de la idemnización que el Ayuntamiento le ha de pagar por paralizar las obras de la alineación de la avenida Marcos Redondo. «Es curioso que las ruedas de prensa de esta empresa siempre coincidan con un Pleno. A mí estas coincidencias me llevan a pensar que esto es parte una maniobra política», explicó el alcalde. «Esto es una campaña orquestada contra el equipo de gobierno», sentenció García en alusión a la oposición y sobre todo al partido socialista, impulsor de esta obra. El regidor popular indicó que la empresa «siempre amenaza con ir los tribunales» y recordó que «ya impusieron una querella criminal contra mi y ahora dicen que van a exigir responsabilidades». García señaló que hasta final de julio no hay por qué abonar la sanción impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que condenó a pagar al Ayuntamiento una idemnización a la constructora por paralizar las obras. «Los que dicen lo que hay que hacer y llevan los tiempos jurídicos de las gestiones municipales son los juristas municipales y no los asesores de El Ochavo», matizó García, en respuesta al anuncio de la empresa de exigir en los tribunales el cobro de la sanción.
Los representantes de la constructora aseguraron que recurrirían a la vía judicial si no negocian con el Ayuntamiento la indemnización por daños y prejuicios que han demandado tras la paralización de la obra. El plazo de negociación, como reconocen ambas partes del conflicto, acaba el 31 de julio. «El Ayuntamiento se pronunciará sobre esa indemnización cuando llegue el momento. Lo que está claro es que el alcalde no va a ir en contra de los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que a fin de cuentas, son los que mandan en este asunto», explicó el alcalde pozoalbense, que aseguró que El Ochavo pide una indemnización de 1,5 millones.
«Aberración urbanística»
García sigue viendo la alineación de la avenida Marcos Redondo como una «aberración urbanística». «Cada día que paso caminado por allí, desde el hospital hacia la calle Mayor, y veo la esquina de la alineación me convenzo más de que eso no debería estar así», afirmó. A pesar de acatar la sentencia del TSJA para que la obra siguiera adelante, por lo que «levantamos el precinto y dejamos que la obra continuara, seguimos viendo esa obra como una aberración urbanística».
En lo personal, señala que «quien tomó la decisión de que la obra continuara no conoce ni la obra, ni Pozoblanco».
