El montaje que se ha llevado a cabo este año de la ornamentación eléctrica de la Feria no cumple los requisitos básicos de seguridad, según varios expertos consultados por ABC tras la denuncia realizada a este periódico por operarios del recinto que aseguran que «no hemos visto algo así en 30 años que llevamos trabajando aquí». Como se aprecia en la imagen que ilustra esta información, los cuadros eléctricos que dan servicio al alumbrado de las calles están colocados en postes metálicos y sin precintar. Además, muchas de las fichas de empalme de los cables quedan al aire libre y gran parte del cableado está sujeto con adhesivos. Varios electricistas que trabajan estos días en la Feria han asegurado a este periódico que ese tipo de montaje no cumple las normas básicas y podría generar incidentes durante los días feriales como consecuencia de las lluvias previstas. Según los expertos, el agua puede acceder fácilmente a la corriente eléctrica a través de las fichas de empalme, y eso sin contar con la acumulación de humedad que se puede dar en los cuadros eléctricos colocados a la intemperie y en los fusibles montados a la vista por todo el tendido, por lo que se podrían producir cortocircuitos. «Todo eso que está al descubierto tendría que ir dentro de una caja como las que hay para dar servicio a las casetas», explica uno de los electricistas consultados en referencia a los postes en los que se ofrece el enganche eléctrico para los módulos, cuyos cables están aislados por tubos hasta su acceso a un cajón que cubre los cuadros y los fusibles.
El agua puede acceder fácilmente a la corriente eléctrica
Por su parte, la empresa sostiene que el montaje «está en perfecto estado», para lo que se remite a la inspección realizada por Industria el miércoles, «que dio el visto bueno», y al visado del colegio oficial. Según Piamonte, cada poste que da servicio al alumbrado «tiene varias medidas de seguridad». En primer lugar, «los cables van por vía subterránea y se meten por dentro del poste, donde hay una trampilla que se ciega para que no se pueda tocar. Ahí hay un primer diferencial que ante cualquier problema salta». Además, «por dentro van cuatro cables, uno de ellos el neutro, y hasta arriba llegan tres: uno para las líneaas de farolillos y los otros dos para la iluminación de los cruces», sostiene la adjudicataria del contrato. Asimismo, Piamonte recalca que en la unión entre el poste y cada caja hay otro diferencial y dos «magnetotérmicos», lo que, según su versión, conseguiría que «cuando haya una subida de tensión salte».
Sin embargo, la empresa asegura que todo queda «dentro de la caja blanca, que es una caja de exteriores idéntica a la que se utiliza para la iluminación navideña» y añade que también «dentro de la caja están enganchados unos cables donde se le da tensión a las líneas de farolillos». Sin embargo, la imagen muestra claramente que las fichas de empalme están fuera, algo que la empresa niega porque «no usamos fichas de empalme». Es más, prosigue Piamonte, «hay unas ruedecillas en la línea de bombillas y esas ruedecillas son a su vez aislantes», a lo que habría que sumar los citados fusibles situados en mitad del tendido, «que también saltan ante cualquier problema». Por todo ello, Piamonte asevera que «llevamos haciéndolo así toda la vida» y recuerda que «las líneas son de 230, no de 380 voltios, por lo que minimizas el riesgo». «Llevamos una semana haciendo pruebas de iluminación y ha llovido estos días», concluye.
Sin embargo, todos los expertos consultados por ABC sostienen que el montaje no cumple los requisitos mínimos y que, aunque la empresa niegue que use fichas de empalme, éstas están colocadas por todo el recinto al aire libre, por lo que podrían producirse cortocircuitos con la lluvia cuyas consecuencias podrían ir desde un simple apagón hasta un incendio.




