El 4 de junio de 1969 se inauguró en Córdoba el Hospital General Provincial. Con él, la medicina y la arquitectura cordobesas daban un salto cualitativo para colocarse entre las primeras de España. Fue mérito de la Diputación, al tener entonces las competencias en Salud, traspasadas luego en el marco de las Autonomías a la Junta de Andalucía. Le cupo el honor de ocupar la Presidencia de la Diputación, en aquel momento, a Pascual Calderón Ostos.
Había nacido en Córdoba en 1921, hijo de Pascual Calderón Uclés, que fuera concejal de Acción Nacional, alcalde de Córdoba en 1933-1934 y candidato por Alianza Republicana en las elecciones generales de 1936. A principios de la Guerra Civil fue detenido en Madrid y fusilado por los republicanos durante una de las sacas del otoño de 1936. Una hija suya fue la prestigiosa soprano María del Valle Calderón Ostos.
Pascual Calderón Ostos inició su carrera política en el SEU, del que fue jefe provincial de Córdoba desde 1941 a 1950, fundando el Colegio Mayor «Séneca». Ya abogado, en 1948 entró como concejal en el Ayuntamiento de Córdoba, institución a la que serviría hasta 1964, como teniente de alcalde de Fomento. Puso en marcha la Escuela de Comercio de Córdoba en 1955, siendo su director hasta 1967.
Buen conocedor de la administración local y gran colaborador de Antonio Cruz Conde, cuando éste pasa a la Presidencia de la Diputación Provincial, lo acompañará desde abril de 1964. La Diputación era la responsable del Hospital del Cardenal Salazar, fundado en 1724. Conocido como Hospital de Agudos, era el mejor en la provincia pero adolecía de grandes defectos y en los últimos años se había extendido la convicción de que Beneficencia pasaría a ser competencia estatal y, por tanto, Diputación no tenía porqué afrontar el gasto de construcción de un nuevo hospital.
Cruz Conde no era de esa opinión y decidió «cambiar el concepto actual de almacén de enfermos en grandes salas carentes de las mínimas exigencias, por unas instalaciones sanitarias donde la investigación y la ciencia médica cuenten con los elementos necesarios y estén al servicio de la población». Se adquirió una zona verde junto al hoy Parque Cruz Conde, sobre el río y se contaba con un magnífico factor humano: el cuerpo médico, con el doctor Enrique Luque a la cabeza, y las Hijas de la Caridad.
El diseño del edificio se encargó a Rafael de La Hoz, que viajó por medio mundo en busca de ideas. Concibió el hospital dividiendo su función en dos grandes áreas. Una la de hospitalización propiamente dicha aplicando igual criterio que para un hotel, edificación en altura con las plantas necesarias para albergar quinientas camas en habitaciones de dos. En la segunda área se establecerían quirófanos, laboratorios, radiología, consultas y tratamientos de todas clases.
Las obras comenzaron en 1966, con un presupuesto de unos 218 millones de pesetas. La salida de Cruz Conde de la Diputación en 1967 no afectó a las obras, pues le sucedió su amigo y colaborador Calderón. El edificio representa el ejemplo más puro de la transición del lenguaje internacionalista de la arquitectura moderna de Le Corbusier, Aalto o Gropius. Así mismo, contribuiría decisivamente a la creación de la Universidad de Córdoba, al erigirse en uno de los tres centros universitarios que exigía la normativa como paso previo para su creación.
Calderón será presidente de la Diputación cinco años, llevando aneja la presidencia de la Caja Provincial de Ahorros, entidad fundada por dicha institución en 1952. En 1972 será nombrado gobernador civil de Jaén. En julio de 1975 pasará a ejercer de Delegado Nacional de Provincias y en 1976 de Director General de Servicios Sociales del Ministerio de Trabajo hasta el año siguiente. Tras su cese en la actividad pública se dedicó al ejercicio de la abogacía en su ciudad natal, falleciendo en 2003.
POR JUAN JOSÉ PRIMO JURADO



