TICKET
Nombre: Pescadería Antonio
Lugar: Plaza de Aladreros (Puerta Gallegos), 4
Fundado en: 1936
Fundador: Pedro Lucena Larraz
Propietario actual:Antonio Jiménez Lucena
Servicio: Pescadería
Antes
1963
La Guerra Civil, aparte de una auténtica infamia, ha sido, y todavía es, fuente inagotable de un anecdotario propiamente ibérico y digno de algún que otro libro o películas del estilo de «La vaquilla», de Luis García Berlanga. En el caso de Pedro Lucena Larraz, que por el año 1936 regentaba varios bares y se dedicaba a vender corales en la estación de Córdoba, la guerra fratricida española le acabó convirtiendo en todo un pescadero de renombre.
Cuando ambos bandos comenzaron a matarse el uno al otro, la gente dejó de viajar y los pocos trenes que circulaban apenas sí dejaban beneficio para el negocio de Luis García. Quien, además, vio cómo la tradición del aperitivo se dejaba para días venideros más pacíficos, con lo que acabó sin posibles para mantenerse a él y su familia.
Intercambio de ejemplares
Sin embargo, gracias a que tenía familia en Huelva idearon una fórmula de intercambio entre ambos puntos que, a la larga, salvó la vida de esta familia: tortugas de la Sierra cordobesa a cambio de remesas de cangrejos onubenses que, una vez cocidos, se vendían por la calle y eran muy preciados por el público.
Quizá ésa sea la razón de que hoy en día apenas sí se puedan encontrar tortugas de tierra en la vecindad de Sierra Morena y que aquellos ejemplares acabaran muy probablemente devorados por necesidad, ya que si algo genera de verdad la guerra, aparte de agudo ingenio, es un hambre mortal.
A partir de entonces, la familia Lucena inició una tradición que a día de hoy continúa de forma ininterrumpida su nieto, Antonio Jiménez Lucena, tras haber pasado previamente por manos de su madre, Rafaela Lucena Gaviño, fallecida hace apenas cuatro años, y haberlo mamado él desde muy pequeñito con una presencia constante en aquel minúsculo recinto plagado de peces de mar.
Antonio no pierde la oportunidad de romper con el mito de que en Córdoba no se vende ni se compra pescado de calidad. Por contra, este profesional de las escamas y de las espinas considera que a la lonja de Mercacórdoba, donde él se nutre, acude mercancía «muy buena» procedente de las costas españolas y de otros puntos del extranjero. Y, aparte de fresco y nutritivo, el pescado cordobés (de adopción) es, seguramente, «el más barato de todo el país». De ahí que su clientela sea abundante y selecta.
«Aquí acuden a comprar desde todos los puntos de la ciudad y nos conocen de cuando mi madre vivía; es casi una tradición», explica Antonio Jiménez. Pero muchos de sus clientes no están en su barrio, sino que «las señoras envían a las criadas a llevarse el pescado desde Villarrubia o desde El Higuerón, y es porque nos tienen mucha confianza», añadió.
Hasta tal punto es así, que entre sus clientes se encuentra la propia condesa de Gramedo, y cuando la nobleza compra allí...
Ahora
2011
